lunes, 6 de noviembre de 2017

El Obra se dispara (60-62)

Llovet y Rojas (foto: ACB Fotoclick)

El Obradoiro consiguió su tercera victoria consecutiva, quinta de la temporada, en un partido cerradísimo y muy igualado que supo resolver en el último segundo con un matazo en penetración de David Navarro. Los de Moncho Fernández llevaron una jornada más el partido a sus intereses, con un gran trabajo táctico en defensa que contrarrestó los bajos porcentajes de acierto de ambos equipos. Las ventajas iniciales fueron para los nuestros, más cómodos en un tanteo muy bajo, aunque los locales equilibraron el marcador mediado el segundo cuarto. Una racha anotadora de Matt Thomas permitió al Obra llegar al descanso con una pequeña ventaja (27-30), renta que siguió creciendo hasta un interesante +7 en el tercer cuarto (37-44), pero la reacción murciana dejó todo nuevamente igualado al inicio del último periodo. Ahí apareció el mejor Pustovyi en ataque, aunque la actividad de Oleson en ambos lados de la cancha devolvió mínimas ventajas al Murcia, y un 2+1 de Hannah le daba un +3 a los locales a falta de menos de minuto y medio (58-55). La respuesta obradoirista llegó de manos de un enorme Matt Thomas, con un colosal 2+1 que devolvía la igualdad al marcador ya en el minuto final. David Navarro anotó un par de libres igualados por Delía a falta de 4 segundos, y la jugada diseñada en el tiempo muerto por Moncho Fernández le daba el balón nuevamente al escolta valenciano, que superaba a Oleson y machacaba el aro para sentenciar el triunfo obradoirista (60-62). Con esta victoria el Obradoiro se asienta en la zona noble de la clasificación, con un record histórico para el club de 5-2.

Llegaba el Obradoiro pletórico de moral a tierras murcianas tras su pasado triunfo en Fuenlabrada, para enfrentarse a un equipo local que comenzaba el partido con Hannah, Oleson, Rojas, Soko y Tumba. Moncho Fernández optaba de salida por Sàbat, Thomas, Bendzius, Llovet y Radovic, aplaudido en su retorno a la ciudad pimentonera. El partido comenzaba espeso desde el inicio, con bajos porcentajes de acierto en ambos aros y un marcador en números cortísimos. El triple inaugural de Hannah no tenía continuidad por parte local, mientras el Obra rompía por fin 3 minutos largos de sequía con una contra culminada por Radovic. Sin acierto exterior, el montenegrino seguía siendo el anotador de los nuestros, ahora con un 2+1 ante el torpe Soko. Sin juego a campo abierto y con posesiones larguísimas, el Obra conseguía imponer su estilo en la cancha a pesar de algún problema en el rebote, pero la entrada en cancha de Pustovyi le daba a los nuestros la superioridad en la pintura, a pesar de la intensidad y las manos por todas partes del dominicano Rojas. En medio de la sequía generalizada, un triple de Bendzius le daba el +6 a los nuestros (5-11), pero Thomas no había ajustado todavía el punto de mira en sus tiros y el marcador seguía caminando a cámara lenta. Pozas robaba y lanzaba el contraataque para la bandeja de Laksa, y seguidamente anotaba un par de libres para darle una máxima renta de 9 puntos al Obra (7-16), aunque un triple de Benite acortaba diferencias para cerrar el primer cuarto (10-16).

El Obra seguía mandando en el partido al comienzo del segundo cuarto, de nuevo con Radovic tomando protagonismo en ataque y superando a Soko (10-18), ante un rival colapsado ante nuestra defensa y ante sus propios errores en el tiro. Thomas volvía a pista anotando tras coger su propio rebote, pero Murcia sobrevivía a base de cargar con éxito el rebote de ataque y el trabajo sin descanso de Rojas, y poco a poco se iba acercando en el marcador ante un Obra atascado en ataque bajo la batuta de un desacertado Sàbat. El parcial local de 12-2 tras el triple de Hannah daba la vuelta al partido (22-20), pero Matt Thomas aparecía con la brillantez habitual para anotar una gran suspensión de 4 metros y un triplazo que equilibraba el anotado por el hiperactivo Rojas. El partido se asentaba definitivamente en la igualdad máxima y la anotación baja, con Murcia cargándose de faltas en la persecución defensiva a Thomas. Bendzius posteaba ante Oleson con un buen ganchito para seguir sumando y Pustovyi hundía al todavía bajo de forma Faverani con un taponazo, mientras Thomas culminaba sus brillantes minutos con otro triple más, ahora desde el lateral, que llevaba al Obra a un interesante +3 al llegar al descanso (27-30).

Murcia salía con mucho ímpetu tras el descanso ante un Obradoiro que a pesar de todo sabía enfriar el ritmo de juego para volver a lo que le convenía tras un par de minutos de locura encabezada por Sadiel Rojas. El triple frontal librado de Llovet era oxígeno para los nuestros, ante un rival que tampoco conseguía ver aro en medio de sus intentos de subir la velocidad del juego. Un par de libres del propio Llovet tras penetrar sobre un desastroso Soko y un mate en contraataque de Bendzius tras pase de Thomas eran suficientes para darle al Obra una jugosa ventaja de 6 puntos (31-37), con el tiro exterior negado a ambos equipos y Pustovyi cerrando el rebote con contundencia. Murcia encontraba por fin un mínimo acierto con continuidad gracias a la defensa, con una pérdida de Sàbat que costaba una canasta al contraataque para volver a empatar el partido (37-37). Pustovyi encontraba por fin el camino hacia el aro tras varios intentos frustrados gracias a un rebote de ataque y de nuevo conseguía abrir brecha ante un rival impotente ante nuestra defensa y desastroso en el tiro exterior, su arma más peligrosa. Pozas forzaba faltas y lideraba la presión defensiva con éxito, mientras Thomas asomaba de nuevo con una enorme penetración culminada con un tirito corto a tablero y, sumado a los tiros libres de un Pozas muy superior al impulsivo Kloof, le daba otro bonito +7 a los nuestros en el marcador (37-44). Sin embargo, un triple de Lukovic le abría el camino por unos momentos al espeso ataque local y la vuelta a la locura en la cancha le daba nuevamente réditos a los pimentoneros en forma de parcial de 5-0 que, una vez más, llevaba el partido al equilibrio al cerrar el tercer cuarto (42-44).

El inicio del último cuarto nos traía por fin a un Pustovyi positivo en ataque, con su ya típica suspensión de media distancia y un buen ganchito de izquierda tras irse por velocidad de Delía. El Obra se manejaba bien en la espesura y las diferencias cortas, a pesar de los intentos de un Oleson muy activo que anotaba un triple y robaba forzando la falta antideportiva de Pozas. Laksa encontraba aro en su intento triple para romper la pegajosa defensa local, aunque la respuesta desde los 6,75 de Lukovic era inmediata para devolver la mínima ventaja local (53-52). Con las canastas más caras que nunca, Oleson le amargaba la vida al alero letón con un par de tapones consecutivos, pero Laksa porfiaba y tras aguantar en defensa la embestida del de Alaska conseguía anotar en bandeja tras rápida transición. Murcia volvía a colapsarse en ataque ante nuestra buen defensa, mientras en el otro lado de la cancha Llovet conseguía forzar faltas con su habitual juego intenso e inteligente, aunque los yerros desde la línea de libres impedían que el Obra consiguiese rentabilizar en el marcador esas buenas acciones (55-55). Con todo igualado se desgranaban los últimos minutos sin que el marcador se moviese, por lo cual cuando Hannah conseguía un 2+1 sobre Pozas en penetración a falta de menos de minuto y medio la grada lo festejaba como si allí estuviese medio triunfo (58-55). No contaban con la estelar aparición de un Matt Thomas que parecía haberse reservado para ese momento clave. El norteamericano recibía el balón y penetraba sobre su izquierda para forzar la falta en defensa de Benite, equilibrarse en el aire y clavar la suspensión corta. El tiro libre adicional devolvía el empate al marcador cuando el partido se encaminaba a su último minuto de juego. Murcia se la jugaba con tiros forzados desde el triple pero volvía a fallar ante nuestra buena defensa, y el Obra afrontaba la que podía ser última posesión del partido con David Navarro forzando con inteligencia la falta de Oleson a falta de 6 segundos. El valenciano no fallaba desde la línea de libres, pero Murcia conseguía preparar una buena jugada en el tiempo muerto y Delía anotaba bajo el aro dejando otros 4 segundos para los nuestros. Moncho Fernández preparaba la jugada final, Navarro recibía en la cabecera del ataque y arrancaba por su derecha, superando a Oleson y culminando la jugada con un matazo que sentenciaba el partido sin tiempo ya para la reacción local (60-62). El Obra lo volvía a hacer en Murcia y sumaba la quinta victoria para firmar el mejor arranque de temporada del club en ACB.

Datos a destacar

  • partido espeso, lento, de bajísima anotación y defensas muy por encima de los ataques. El Obra tenía más que ganar en este contexto y supo navegar mejor que su rival por aguas tan revueltas. El equipo se volvió a manejar con solvencia y seriedad en marcadores apretados y supo leer tácticamente mejor los momentos decisivos para conseguir un nuevo triunfo
  • recursos tácticos del equipo: rotación de pivots, adaptación al juego con 2 escoltas pequeños del rival, defensa inteligente tapando las fuentes más productivas del rival, o las jugadas finales para aprovechar la velocidad de Navarro ante la defensa de Oleson como arma sorpresiva. Incluso con un día mediocre en ataque, el equipo supo encontrar la forma de ser competitivo en todo momento y de aprovechar sus opciones de triunfo
  • igualdad extrema en el partido: en rebote (40-40), en bajos porcentajes de tiro (21-22), con más pérdidas en los nuestros pero más faltas del rival. Pero este Obra ahora mismo está cómodo en el cara o cruz y una vez más jugó muy bien los instantes finales, con buenas lecturas y acierto en la ejecución
  • MATT THOMAS: suma y sigue. Incluso en un partido tan cerrado, incluso con una defensa tan exhaustiva (como todas las que le esperan a partir de ahora), el norteamericano sabe aparecer en momentos oportunos con una variedad de recursos espectacular. Un par de triples, un par de buenas penetraciones y ese 2+1 decisivo con 3 abajo a falta de 1 minuto. Cada jornada que pasa resulta más evidente el lujo que supone para el Obradoiro tenerlo en su plantilla. 17+4+1 en 29 minutos, con 6 faltas provocadas, para 17 de valoración
  • ALBERT SÀBAT: desacertado en el tiro, con poco acierto en la dirección, sufrió en un partido tan cerrado y tan físico y pocas veces supo encontrar soluciones para el equipo. Habrá días mejores. 0+2+3 en 16 minutos, para -1 de valoración
  • EIMANTAS BENDZIUS: trabajador en la guerra de guerrillas que siempre plantea el hiperactivo Rojas, sin salir perdedor de la misma. Anotó un buen triple en la escapada inicial y posteó con acierto en una ocasión, ayudando en defensa con la intensidad habitual. Sobrio y en positivo para el equipo. 8+2 en 21 minutos, con 4 faltas provocadas, para 5 de valoración
  • NEMANJA RADOVIC: volvía a su casa de varios años y tuvo un par de buenos momentos en ataque, aunque no llegó a estar cómodo en un partido demasiado espeso y cerrado para su estilo de juego. Peleó el rebote mejor que en partidos anteriores, aunque las cargas en el rebote ofensivo local le complicaron la tarea en más de una ocasión. Con todo, sumó más de lo que restó, sin duda. 7+7, con 4 pérdidas, para 5 de valoración
  • NACHO LLOVET: trabajo estajanovista en ambos lados de la cancha en su partido 200 en ACB, casi siempre oscuro pero casi siempre efectivo. Solo tiró una vez a canasta, con un triple en un momento complicado, pero supo leer muy bien los minutos finales en defensa y también en ataque. Los tiros libres estropearon un poco su buen hacer, pero una vez más fue decisivo, especialmente en un partido tan cerrado como este, donde el catalán se mueve como pez en el agua. 6+5, con 6 faltas provocadas, para 10 de valoración
  • ARTEM PUSTOVYI: no salió de titular en esta ocasión, pero cuando estuvo en cancha la zona obradoirista fue casi infranqueable para los locales. Initmidación y rebotes, en esta ocasión el ucraniano no encontró demasiadas opciones en ataque, aún dejando un par de buenas acciones consecutivas al inicio del último cuarto. Un partido sin grandes alardes en el que volvió a sumar mucho para el equipo. 8+9 en 25 minutos, con 2 robos y 2 tapones, para 13 de valoración
  • PEPE POZAS: se sintió cómodo en un partido muy físico y cerrado como el que se dio. El malagueño aguantó muy bien los envites del alocado pero poderoso físicamente Kloof y, aunque también sufrió alguna trampa defensiva rival que costó pérdidas, leyó bien las situaciones a pesar de su mal día en el tiro (0 de 9, si bien varios de ellos fueron forzados en finales posesiones), y como siempre fue líder en los mejores momentos defensivos del Obra. Máximo del equipo en el +/- con +10, indicativo de su influencia en el juego. 5+5+5+2 en 24 minutos, con 4 pérdidas y 4 faltas provocadas, para 6 de valoración
  • DAVID NAVARRO: decisivo. El valenciano rindió en defensa ante un rival que exigía mucho esfuerzo para frenar a sus exteriores pequeños, mientras en ataque fue el receptor de los balones finales para aprovechar su buen primer paso y superar en 2 ocasiones seguidas la defensa de Oleson. El matazo de la victoria es de esas canastas que quedan para la historia del club. Va claramente a más, con un rol en el equipo que le va como anillo al dedo. 4+3+1 en 18 minutos, para 6 de valoración
  • MARTINS LAKSA: esforzado al máximo en sus minutos en la cancha, como es habitual. Tuvo una pelea muy interesante con un Oleson que no consiguió hundirlo ni siquiera con 2 tapones en apenas segundos. El letón mostró carácter para devolver la moneda y equilibrar la lucha, sin esconderse nunca en defensa ni ataque. Buen trabajo en la rotación. 7+2 en 12 minutos, para 0 de valoración
  • BEN SIMONS: una corta rotación el segundo cuarto que coincidió con los buenos minutos de Thomas, pero sin influencia directa del 3/4 del Obra. Estadística a 0 en 3 minutos y medio en la cancha, para -2 de valoración
El Obra sigue sumando victorias. En otro final apretado, el equipo supo jugar mejor los balones decisivos y volvió a mostrar una solvencia y una competitividad a prueba de bombas para amarrar un record de 5-2 que ni el más osado habría previsto a estas alturas de la temporada. El que ya es el mejor arranque de curso del club en ACB hace asomar en el horizonte, aunque todavía muy lejanas, metas con las que pocos habrían contado hace un par de meses. La realidad es que el Obradoiro está ya 5 partidos por encima de los puestos de descenso, el objetivo verdadero del equipo, pero que marcha empatado en el tercer puesto en el grupo que persigue a Real Madrid y Valencia. Sin dejar de tener los pies en el suelo, tampoco es tan malo dejarse llevar por los sueños siempre que esto no afecte negativamente al trabajo de un equipo que está ilusionando a la afición. Las 2 próximas jornadas en Sar ante los equipos canarios marcarán si el sueño sigue creciendo o si se mantiene en las cuotas más terrenales de ver muy de lejos el peligro, pero el equipo se ha ganado ese derecho a imaginarse compitiendo por retos importantes.


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