domingo, 31 de diciembre de 2017

Diciembre negro (65-77)

Jaime Fernández (foto: Obradoiro  de Basket)

En su peor partido en Sar de lo que va de curso, el Obradoiro sucumbió con claridad ante un Andorra muy mermado de efectivos pero que supo dominar el juego a pesar de no tener apenas jugadores interiores. Los de Moncho Fernández solo fueron por delante al comienzo del partido con un par de triples de Sàbat (11-6), pero a partir de ahí se vieron desbordados por un rival que hizo de la necesidad virtud y abrió su juego ofensivo al máximo y con una apuesta de small-ball superó con holgura una defensa obradoirista que nunca encontró soluciones. Con Stevic destrozando nuestra zona y el equipo al borde del KO al llegar al descanso (37-48), una reacción de garra y una ligera mejoría defensiva permitieron al Obra reducir distancias gracias al esfuerzo de un Matt Thomas demasiado solo. El Obra llegó al último cuarto solo 4 abajo (56-60), pero el equipo se vino abajo en ese último periodo y el Andorra sentenció el triunfo de la mano de un Jaime Fernández que dominó el partido a su antojo, hasta alcanzar ventajas que llegaron a los 16 puntos a falta de menos de 4 minutos (58-74), ya sin opción alguna de remontada para un equipo local hundido en la cancha. Con la derrota final por 12 puntos, el Obra encadena su quinta derrota consecutiva, completando un 0-5 durante el mes de diciembre, y pierde por primera vez en muchas semanas su puesto entre los 8 primeros clasificados.

Casi lleno en las gradas de Sar, aunque con un ambiente más bien frío, para afrontar la visita de un Andorra que llegaba con su rotación interior en cuadro, sin Copeland, Karnowski ni Diagne, a lo que se añadía un Albicy bastante mermado de condiciones. Con el recuerdo de los nuestros enviando ánimos para nuestro exjugador Fran Cárdenas tras su grave lesión, Joan Peñarroya sacaba de inicio a Jaime Fernández, Blazic, Jankovic, Walker y Shurna, mientras Moncho Fernández optaba por Sàbat, Thomas, Bendzius, Llovet y Radovic. Jaime Fernández abría el marcador rompiendo con facilidad a Sàbat para anotar en bandeja sin oposición, como una premonición de lo que iba a ser el partido. El Obra buscaba con acierto a un Radovic con gran ventaja física en el poste bajo, pero atrás sufría ante el juego veloz de jugadores abiertos que planteaba Andorra. Con el partido amenazando un correcalles y ambos equipos fallando canastas hechas bajo el aro, un par de triples seguidos de Sàbat y un brillante 2+1 de Thomas en penetración sobre Shurna culminaban un parcial de 9-0 para darle una ventaja de 5 puntos a los nuestros (11-6). Radovic y Llovet seguían castigando por dentro, pero poco a poco el Obra se iba olvidando de sus puntos fuertes en ataque mientras el rival comenzaba a anotar triples, con Jelínek acertando por partida doble. Matt Thomas se tenía que trabajar cada tiro casi sin ayudas, pero su gran calidad le daba otra canasta a un Obra cada vez más atascado, con Sàbat sufriendo todavía más ante el mermado Albicy. La entrada en cancha de Pustovyi chocaba contra la veteranía de Stevic y los triples andorranos seguían cayendo, dando las primeras mínimas ventajas a los visitantes. Bendzius palmeaba un rebote tras jugada al poste de Radovic, pero un desatado Jelínek le sacaba un 2+1 a Pustovyi en difícil penetración para cerrar el primer cuarto con 4 arriba para los andorranos tras otra canasta fallada bajo el mismo aro por parte local (19-23).

El segundo cuarto comenzaba con Thomas tirando del carro en ataque con otra gran suspensión lateral, pero en el otro lado de la cancha el dueño absoluto era un Stevic que destrozaba con sus pick and rolls a nuestros despistados interiores una y otra vez. Un triple de Simons daba un poco de aire a los nuestros, pero la conexión entre Jaime Fernández y Stevic destrozaba nuestra defensa con suma facilidad. Pustovyi se parecía más al de hace un par de años que al de hace unas semanas, cometiendo una falta a 10 metros del aro en un flash tonto, y el equipo comenzaba a verse superado por los acontecimientos ante el recital de Fernández y Stevic. El tiempo muerto de Moncho Fernández y las vueltas de Sàbat y Llovet no paraban la sangría ante una caldeira cada vez más apagada. El pivot erraba otra canasta hecha bajo el aro y el Obra caminaba al borde del abismo, aunque otra canasta al poste de Radovic cortaba el parcial de 0-8 en contra. Sin embargo, un desatado Jaime Fernández clavaba un triplazo que David Navarro intentaba compensar con una complicada canasta no culminada con el tiro libre adicional. El base madrileño de Andorra volvía a romper nuestra defensa con otra fácil penetración para el +9 (30-39), pero el Obra recuperaba por momentos la lucidez en ataque y volvía a cargar su juego sobre los interiores para aprovechar las claras ventajas físicas que tenían estos, aunque penalizado por la ineficacia casi absoluta en el tiro exterior. Pustovyi recibía por fin un buen balón en el poste bajo para anotar en ganchito y un par de buenas defensas ayudaban a que Sar recuperase el tono, pero Jelínek clavaba un triplazo sobre la bocina de final de posesión que volvía a helar los ánimos. Thomas seguía trabajando sus canastas a pico y pala para sumar un inmaculado 5 de 5 en tiros de 2, pero otro triple más de Blazic y la enésima canasta bajo aro de Stevic, justo en el límite de la posesión, ahondaban en una herida que los repetidos errores desde la línea de libres de los jugadores locales tampoco ayudaban a cerrar. Con una máxima renta para Andorra de 11 puntos y una sensación de pesimismo generalizada en la grada se llegaba al descanso (37-48).

El Obra comenzaba bien tras el descanso con una buena asistencia para el mate de Radovic, aunque otra penetración más por el centro de Jaime Fernández recordaba todos los males de nuestra defensa en los minutos anteriores. Pozas anotaba una buena suspensión de 6 metros, pero el Obra sufría atrás ante un Andorra que se abría en ataque y sacaba a nuestros interiores de la pintura. Matt Thomas intentaba reflotar la maltrecha nave obradoirista y en un par de acciones desde el exterior clavaba un triple y forzaba una falta para anotar los 3 libres para bajar a -5, ayudado por un tapón de Pustovyi a Stevic entre medias (47-52). Sin embargo, el triple lateral sin defensa de Jankovic tras pase mágico de Fernández cortaba la reacción local, con el Obra incapaz de meter balones interiores con calidad. De nuevo llegaba el -10 tras otra transición veloz andorrana con canasta de Blazic (47-57) y con un Thomas ahogado por la defensa visitante que ya no era capaz de sacar más conejos de su mágica chistera. El Obra intentaba renacer a partir de la defensa con Pozas liderando el esfuerzo colectivo, y por fin se sacaba partido de la superioridad física de Pustovyi para sacar rentabilidad en ataque. El ucraniano acertaba a medias con los tiros libres y sumaba otro ganchito de izquierda desde 2 metros, a los que se sumaba un momento de ofuscación del nervioso Jelínek que rozaba la descalificante tras protestar una falta en el rebote y ganarse una técnica. El tiro libre consiguiente de Thomas y otro más de un Pustovyi que ya sumaba un 5-0 local ponían al Obra a solo 5 (52-57), aunque de nuevo Jaime Fernández bajaba los decibelios en Sar rompiendo otra vez más a Sàbat para la enésima bandeja. El desnortado Jelínek daba vida a los nuestros con sus acciones al borde de la locura, y en medio de una sensación más de caos que de otra cosa, el Obra sacaba partido del desbarajuste generalizado para acercarse punto a punto en sus mejores minutos defensivos. Con Pustovyi ya en 4 faltas y sentado en el banco, David Navarro cazaba un balón suelto tras el rebote para poner al Obra a 4 puntos, y tras otra buena defensa local todavía tenía la opción de reducir más la desventaja, aunque el taponazo de Stevic lo impedía. El Obra llegaba vivo al último cuarto y Sar creía en la remontada todavía (56-60).

El comienzo del último cuarto era deprimente. El Obra era incapaz de hilvanar una jugada inteligente en ataque, con Sàbat y Navarro empeñados en fallar triples. Olvidada la idea de buscar pases interiores, las posesiones se gastaban en mil pases sin mordiente a 8 metros del aro, mientras Andorra iba sumando poco a poco a base de juego veloz y penetraciones de Blazic. Sàbat daba el susto tras recibir un golpe en el estómago que lo dejaba sin aire por unos segundos, obligando a su sustitución por Pozas. La vuelta de Thomas tampoco aportaba soluciones ofensivas a un espeso Obra que buscaba novedades defensivas y encontraba un tapón de Spires y un par de buenas defensas, pero el reingreso en el juego de Jaime Fernández con una suspensión de 5 metros espectacular devolvía el +10 visitante al marcador con un Obra que acumulaba ya cerca de 4 minutos sin anotar (56-66). Otro balón interior aislado permitía anotar a Radovic a pase de Llovet, pero los nuestros estaban ya contra las cuerdas. Andorra ya había aprendido a leer la arriesgada defensa de ayudas del Obra y Jaime Fernández rompía cada vez con más facilidad a un equipo local que se veía impotente para responder en ataque. Sin ningún acierto desde fuera y con la defensa andorrana cada vez más cerradita, el Obra y la grada entera se iban apagando sin remedio mientras seguían cayendo las bandejas visitantes para hacer crecer más la renta andorrana. Jaime Fernández clavaba el clavo definitivo en el ataúd local con otra bandeja más para una renta máxima de +16 (58-74), con una alicaída afición intentando todavía animar pero sin muchas ganas. Los últimos minutos ya no tenían trascendencia alguna, más allá de un par de canastas del esforzado Navarro y un triple final de Bendzius que compensaba una antideportiva a destiempo de Radovic y rebajaban un poco la derrota pero no cambiaban en absoluto el tono sombrío con el que el Obra se despedía de un año muy positivo pero cerrado con un último mes absolutamente nefasto (65-77).

Datos a destacar

  • derrota clara y sin paliativos del Obra. Casi siempre se fue a remolque, casi nunca se aprovecharon las evidentes ventajas que las bajas del rival le daban a los nuestros por dentro, y en muy pocas ocasiones apareció ese espíritu competitivo que permitía al equipo mantenerse con opciones de triunfo incluso en días malos en ataque. Incluso la grada se contagió de ese ambiente frío y en muy pocos momentos apretó al nivel acostumbrado
  • ni siquiera se ganó el rebote (36-36) ante un rival casi sin pivots. Se olvidó meter balones dentro cuando esa fue siempre la mejor opción en ataque, y el horrible día en el tiro exterior (20% en triples) tampoco ayudó a abrir una defensa andorrana que se pudo ir cerrando cada vez más y acabó por colapsar nuestro ataque en un último cuarto nefasto de los nuestros (solo 9 puntos anotados, pero 7 de ellos con todo ya decidido)
  • en defensa tampoco se supo leer bien el partido. El rival jugó extremadamente abierto, forzando a nuestros interiores a salirse de la zona para aprovechar una y otra vez la superioridad velocidad en penetración de Blazic y sobre todo de un Jaime Fernández que hizo lo que quiso con nuestros bases. El Obra recibió una multitud de canastas en bandeja y apenas ofreció un nivel más o menos bueno atrás en el intento de remontada del tercer cuarto, hasta que el rival comenzó a saber atacar nuestra arriesgada defensa de ayudas y acabó por destrozarla
  • el aspecto anímico influye mucho, y del mismo modo que en la racha triunfal de 5 victorias todo iba de cara, ahora no sale nada. El equipo falló canastas hechas y desperdició tiros libres que, incluso dentro del bajo tono general del equipo, habrían permitido mantener el equilibrio en el marcador. Al final, los errores generan más errores y el equipo acaba desquiciándose y queriendo arreglar las cosas con decisiones atropelladas, como se vio en el último cuarto
  • MATT THOMAS: fue durante muchos minutos en clavo ardiendo al que se agarró el equipo. Muy marcado, como siempre, apenas tuvo ayudas de sus compañeros para tener situaciones de tiro y tuvo que trabajarse cada canasta a pico y pala. Al final perdió algún balón ante la sobrepresión de tener que tirar del carro casi en solitario, pero aún con todo y sin tener un buen día en el triple (1 de 5) fue la única fuente anotadora fiable del Obra hasta que aguantó. 18+2+2 en 28 minutos, para 13 de valoración
  • ALBERT SÀBAT: sigue en un nivel muy bajo de juego. Un par de triples al inicio del partido no fueron suficientes para compensar la facilidad con la que fue desbordado atrás por los bases rivales. Al final tampoco le entraron los triples y en cuanto a dirección nunca encontró la forma de meter balones dentro. Y, curiosamente, con él en cancha el Obra hizo un +5, máximo del equipo, cosas de la estadística. 6+1 en 15 minutos, para 3 de valoración
  • EIMANTAS BENDZIUS: desacertado en el tiro (2 de 7 en tiros de campo), peleó atrás pero tuvo muchos huecos que cubrir ante los heterodoxos quintetos tan abiertos que propuso Andorra. En ataque intentó acciones no siempre bien pensadas, contagiándose del bajo tono general al final del partido. 7+6 en 29 minutos, para 9 de valoración
  • NACHO LLOVET: fallón en ataque (erró un par de canastas hechas), aunque consiguió alguna buena conexión con Radovic y forzó alguna falta en el poste, pero sin acabar de sacar rendimiento de sus acciones. En defensa intentó aportar solidez en los mejores minutos atrás del equipo. 3+5+3 en 17 minutos, para 8 de valoración
  • NEMANJA RADOVIC: comenzó castigando al rival en el poste bajo, pero se fue diluyendo y según pasaban los minutos cada vez fue recibiendo menos balones dentro. En defensa también estuvo en línea descendente, acabando muy perdido ante la propuesta abierta del rival que lo sacaba de su zona de influencia. 10+4+1 en 29 minutos, para 3 de valoración
  • PEPE POZAS: intentó subir el nivel del equipo en defensa, pero solo lo consiguió en algunos momentos aislados y tuvo que sufrir en los minutos finales la calidad de un gran Jaime Fernández. En ataque no acabó de encontrar a los interiores con la claridad suficiente y perdió algún balón, quedándose lejos del gran nivel mostrado no hace muchas semanas. El -17 con su presencia en cancha, mínimo del equipo, es excesivo y engañoso, de todos modos. 4+2+5+2 en 25 minutos, para 8 de valoración
  • DAVID NAVARRO: le puso ganas ante su exequipo, pero sin acierto en el tiro y con muchos problemas atrás ante los peligrosos exteriores rivales. Arregló sus números en los minutos finales y no bajó los brazos, pero no salió del tono bajo general del equipo. 8+4+1 en 18 minutos, para 6 de valoración
  • ARTEM PUSTOVYI: muy lejos del gran nivel de hace unas semanas. Apenas recibió balones en condiciones en ataque, mientras en defensa se perdió en flashes improductivos y muy lejos de la pintura mientras el veterano pero siempre muy listo Stevic lo destrozó una y otra vez con su movilidad. Aún así, los mejores momentos atrás del equipo, en el final del tercer cuarto, coincidieron con su fase de mayor actividad en la cancha, hasta que se cargó con la cuarta falta y tuvo que irse al banquillo. El equipo sufre claramente el bajón de rendimiento del ucraniano en el último mes. 6+5 en 17 minutos, con 2 tapones y 5 faltas provocadas, para 9 de valoración
  • BEN SIMONS: intentó aportar tiro exterior con escaso éxito más allá de un triple aislado. En defensa no tenía rivales superiores en lo físico a él y no tuvo gran participación en sus minutos en cancha. 3+1 en 11 minutos, para 1 de valoración
  • NICK SPIRES: muy poco utilizado en cancha, alternando algún problema en defensa con un par de buenos tapones. En ataque solo recibió un balón que no consiguió aprovechar. 0+1 en 6 minutos, con 2 tapones, para 2 de valoración
  • MARTINS LAKSA: pasó inadvertido por el partido, en medio del desbarajuste del tramo final del segundo cuarto. Estadística a 0 en 5 minutos, para 0 de valoración
El Obradoiro cierra un mes de diciembre terrible, con 5 derrotas consecutivas, que han empañado una temporada que estaba siendo histórica. El equipo parece deshacerse por momentos en las últimas semanas, y más allá de la situación objetiva en la clasificación (un balance de 7-7 que todos habríamos firmado para esta final de año hace 3 meses) lo que se ve en la cancha empieza a ser preocupante. Las virtudes que había llevado a aquel histórico 7-2 para soñar se han esfumado en apenas unas semanas, y la debacle de la semana pasada ante el Estudiantes ha venido acompañada por uno de los partidos más flojos del equipo en casa del último año. Ni antes eran tan buenos ni ahora tan malos, pero conviene replantearse las cosas y centrar el trabajo en recuperar valores perdidos, aquellos que habían llevado al equipo muy arriba. Esperemos que la reacción llegue pronto y se rompa la mala racha, sin empeñarse en objetivos coperos que ahora mismo deben quedar en segundo plano ante la realidad actual del equipo.


0 comentarios:

Publicar un comentario