domingo, 7 de mayo de 2017

El Obra no falla y alcanza la meta (88-67)

(foto: Obradoiro de Basket)

El Obradoiro certificó su permanencia en la liga ACB para la próxima temporada tras vencer con claridad al Betis por 21 puntos de diferencia. Los de Moncho Fernández comenzaron a establecer distancias en el marcador desde mediado el primer cuarto, gracias a la superioridad interior y unos buenos minutos en ataque de Bendzius. La entrada de los jugadores de rotación permitió al Obra seguir abriendo brecha con un monumental Nacho Llovet, amenazando con la ruptura definitiva ya antes de llegar al descanso, ante un Betis sin apenas respuestas. Tras irse a los vestuarios con un brillante +16 (51-35) el equipo supo mantener las diferencias en un tercer cuarto más enmarañado (68-52), pero un apagón ofensivo y algunas dudas en la cancha permitieron a los visitantes acercarse a 10 puntos ya entrado el último cuarto (74-64). Entonces emergió la figura de un magistral Mickey McConnell, que con un triple y una circense penetración destrozaba la resistencia rival y, junto a un brillante Pustovyi, sentenciaba la holgada victoria del Obra en esos minutos finales. Con Sar festejando y aclamando a sus héroes, el triunfo del Obradoiro certifica matemáticamente la permanencia y evita sufrimientos para la última semana de competición y los 2 partidos que restan.


Era el partido decisivo y como tal lo habían entendido jugadores y afición, que finalmente casi llenaba Sar. El Betis comenzaba el partido con Radicevic, DeVries, Lockett, Milosevic y Mahalbasic, mientras el Obra lo hacía con los habituales McConnell, Dulkys, Bendzius, Whittington y Pustovyi. Tras el confuso salto inicial quedaban claras las claves del partido: el Obra intentaba ser intenso atrás y cerrar el rebote al máximo, mientras en ataque buscaba meter balones interiores a un Pustovyi que abría el marcador mostrando una enorme superioridad física en los missmatches. El forzado triple sobre la bocina de Milosevic era respondido por el mate en palmeo de un Pustovyi protagonista y una bandeja sin oposición defensiva de McConnell. El Obra acusaba por momentos la tensión del partido y se aceleraba en demasía en ataque, pero Pustovyi taponaba a Lockett y el dominio reboteador permitía a los nuestros llevar una ligera iniciativa en el juego. Pustovyi y Whittington cargaban el rebote de ataque una y otra vez, aunque Lockett ponía por delante a los visitantes (7-8). La reacción del Obra era inmediata, con McConnell al mando de las operaciones y Bendzius llevándose el rebote de ataque y clavando el triple. Otro robo en defensa, esta vez de Dulkys, y una nueva falta forzada por McConnell en su penetración para anotar los libres lanzaban a los nuestros, que se ponían 8 arriba tras otro gorrazo de Pustovyi y una canasta trabajado a pico y pala bajo el aro por Whittington (16-8). Aunque el Obra no encontraba acierto en un par de buenos lanzamientos triples seguía dominando el juego con claridad, ante un Betis en el que solo la aparición de Cabezas les permitía mantenerse vivos en el intercambio de canastas. McConnell sufría en defensa ante el marbellí, pero a cambio seguía penetrando con comodidad y una buena suspensión de Dulkys venía seguida por un triple lejano y una gran puerta atrás de Bendzius que elevaban la renta máxima del Obra a 10 puntos (25-15). El Betis respiraba con un par de buenas acciones de Milosevic y alguna precipitación local, pero el Obra cerraba el cuarto con buena cara y 6 puntos de ventaja (27-21).

El Obra arrancaba con fuerza el segundo cuarto, con un Nacho Llovet acertadísimo en ambos lados de la cancha. El catalán anotaba tras un gran movimiento en el poste bajo y con un triple abierto, y el Obra conseguía sacar puntos en cada ataque ante un Betis que se hundía poco a poco. Urtasun y Bendzius, tras otra puerta atrás con Llovet, subían el +13 al marcador y forzaban el tiempo muerto visitantes (36-23). El descanso obligado de McConnell daba paso a una dubitativa puesta en escena de un nervioso Pepe Pozas, aprovechado por el Betis para recuperarse con un parcial de 0-5 tras un triple de Fon Sánchez, pero el Obra volvía a surtir de balones a un Pustovyi que dominaba la zona rival a placer. Un par de canastas más del ucraniano antes sus diminutos defensores acompañaban al espectacular trabajo en defensa y ataque de Llovet, y las buenas defensas del equipo, siempre con Santi Yusta buscando el robo y el contraataque, relanzaban al Obra con un parcial de 10-1 que parecía romper el partido por momentos con el +17 local (46-29). La enésima canasta en el missmatch de Pustovyi y una nueva penetración del reincorporado McConnell mantenían a raya a un Betis en el que solo la aparición fugaz de Sánchez era insuficiente para poner en peligro la holgada ventaja local, que se asentaba en un sólido +16 al llegar al descanso (51-35).

El Obra no quería confianzas y seguía aumentando su renta en el inicio del tercer cuarto, con Whittington trabajando bien el posteo en la pintura y McConnell sumando desde la línea de libres tras una penetración más, para el +20 en el marcador ante un Betis negado en ataque (55-35). Whittington luchaba al máximo en el rebote pero su excesiva ansiedad lo llevaba a cometer errores en ataque, pero los visitantes seguían sin amenazar a los nuestros, superiores en el rebote y sobreviviendo sin excesivos problemas a una sequía ofensiva creciente. El intento de subir la intensidad defensiva del Betis permitía a los nuestros ir sumando a base de tiros libres, y la nueva irrupción de un Artem Pustovyi bien asistido por Dulkys para un espectacular mate, mas una buen suspensión de media distancia del propio Dulkys, dejaban al Obra más cerca de la meta con un claro +19 (64-45). Radicevic intentaba liderar a los suyos aprovechando su superioridad física sobre McConnell y un par de acciones demasiado impetuosas del ansioso Whittington le regalaban varios tiros libres a los visitantes, pero el Obra seguía manteniendo una holgada renta de 16 puntos tras otro par de tiros libres de McConnell cuando terminaba el tercer cuarto (68-52).

El atasco en ataque del Obradoiro seguía aumentando al inicio del último cuarto, lo que unido a la tensión inherente al partido empezaba a crear un cierto nerviosismo en el ambiente. Un triple de Lockett y un par de libres de Radicevic bajaban a 11 la ventaja local, con Pustovyi fallando una canasta hecha bajo el aro rival, aunque tras un par de rebotes ofensivos llegaba una canasta liberadora de Urtasun en bombita lateral para cortar la reacción bética. El pamplonés sufría mucho en defensa ante el hasta entonces casi inédito DeVries, que le sacaba faltas y anotaba desde la línea de libres, pero el Obra resistía mal que bien en su peor momento del partido gracias a un robo de Yusta y al contraataque subsiguiente culminado por Urtasun. Llovet sumaba la canasta penetrando a genial pase de McConnell, pero el ataque obradoirista era muy espeso y el nerviosismo iba en aumento con la canasta lateral de Stojanovski y el Betis a solo 10 puntos tras aprovechar a medias Mahalbasic sus tiros libres (74-64). Con 4 minutos y medio por delante todavía era necesario que apareciese el cerebro del equipo, y McConnell asumía la responsabilidad con total naturalidad. Tras anotar el primero y coger Pustovyi el rebote de su segundo tiro libre, el base obradoirista clavaba un triple que era aire puro para los nuestros y cambiaba la inercia del partido por completo. El Betis no anotaba y la penetración espectacular de McConnell culminaba con un rectificado y una bandeja de izquierda que sumaba un 7-0 que esta vez sí rompía definitivamente al rival (82-64). El Obra vislumbraba ya la anhelada meta, con tan solo 2 minutos y medio por delante y un Betis hundido y sin reacción. Llovet seguía sumando para el equipo y Pustovyi cerraba su gran actuación con un rebote ofensivo mas falta y anotando los 2 tiros libres. Sar era una fiesta y Moncho Fernández premiaba merecidamente al gran McConnell, sustituyéndolo a escasos segundos del final para que recibiera la unánime ovación de la afición. Bendzius culminaba su buena actuación con una penetración para un 2+1 (88-67) y el partido se terminaba con el Obra alcanzando su objetivo por fin: la permanencia se había conseguido y la última semana de competición se iba a afrontar con los deberes hechos.

Datos a destacar

  • la afición respondió y casi llenó Sar, animando desde el principio y haciéndose notar cuando surgía algún momento de dudas. Los jugadores encontraron siempre el apoyo de la grada y el empuje necesario para conseguir el triunfo, y por momentos se recordaron aquellos tiempos de caldeira en ebullición que parecían haberse perdido en los últimos meses
  • el Obradoiro jugaba una final y como tal la afrontó: preparó el partido a conciencia, buscando sacar partido de la ventaja interior en ataque y cerrándose en defensa sobre los grandes del Betis. A partir de mediado el primer cuarto se empezó a hacer patente la superioridad del Obra y apenas unos momentos de dudas con el +10 en el marcador al comienzo del último cuarto fueron los únicos instantes en los que peligró mínimamente el triunfo
  • 104-49 en valoración, ¡39-24! en rebotes, 57-47 en porcentaje de tiros de 2. Ni siquiera otro día horroroso en el triple (19% de acierto, aunque no mucho peor que el 21 del Betis) pudo poner en duda la contundente victoria del Obra, que sobre todo en la primera mitad (¡73% en tiros de 2 al descanso!) destrozó literalmente a la débil defensa rival a base de balones interiores y hundiendo a Pustovyi contra sus defensores en el missmatch
  • en defensa hubo intensidad, sin concesiones en el rebote y sin permitir canastas fáciles en campo abierto. Los 2x1 de Bendzius contra Mahalbasic y la defensa sobre un DeVries que solo hacia el final pudo aportar algo para los suyos dejó sin argumentos a un rival que por otra parte demostró el porqué de ese deprimente 1-13 que lleva en la segunda vuelta de la competición
  • ARTEM PUSTOVYI: imperial en ataque, haciéndose sitio en la pintura y castigando los arriesgados missmatches de la defensa rival una y otra vez. En defensa intimidó y supo resguardarse de las faltas en esta ocasión, para acabar completando la mejor actuación de su carrera en la liga ACB. Acaba la temporada siendo la principal referencia ofensiva del equipo, algo que muy pocos habrían imaginado hace no mucho tiempo, con una evolución y un potencial por delante que prometen grandes cosas para el futuro. 17+7, con 3 tapones y 8 faltas provocadas, para 22 de valoración
  • MICKEY McCONNELL: el dueño del partido. Sí, sufre horrores en defensa y se queda colgado en el primer bloqueo que le hacen, Cabezas le dio unos minutos de pesadilla y Radicevic también le hizo daño en el último cuarto, pero... en ataque mandó, llevó el ritmo, ordenó, pasó y buscó soluciones cuando las cosas pintaban más complicadas. Líder máximo del equipo, su final de temporada ha sido clave para esta permanencia. De nuevo sin apenas descanso (casi 36 minutos en cancha). 19+2+5, con 5 faltas provocadas, para 21 de valoración
  • DEIVIDAS DULKYS: no encontró el acierto en el triple, pero el lituano supo ayudar al equipo en otras tareas. Muy bien atrás, maniatando a DeVries, ayudando a cerrar el rebote, y echando una mano en ataque con un par de canastas sin obcecarse en su lanzamiento triple. Por extraño que parezca con ese 0 de 4 en triples, buen partido de Dulkys. 8+5+2 para 13 de valoración
  • EIMANTAS BENDZIUS: partidazo del alero lituano, más allá del acierto puntual desde el triple en el primer cuarto. Enorme trabajo atrás, ayudando a los interiores a ahogar a Mahalbasic sin dejar de atar corto a Lockett, aportando en todo momento en todas partes de la cancha y completando una actuación imprescindible para el éxito final del equipo (+25 en el +/-, máxima del equipo). 13+3+1+2 para 16 de valoración
  • SHAYNE WHITTINGTON: quizás le pudo un poco la excesiva ansiedad, cargándose de faltas demasiado rápidamente (4 faltas en solo 15 minutos de juego), pero su trabajo en el rebote fue importante en el buen arranque del equipo en la primera mitad. Implicado al máximo en su trabajo, le faltó algo de claridad en ataque para aprovechar mejor algún posteo, pero a pesar de todo ayudó al equipo. 5+8 para 2 de valoración
  • NACHO LLOVET: partidazo del barcelonés, con grandes números pero muchos más intangibles que no aparecen en las estadísticas. Dureza en defensa, pelea en el rebote, picardía para leer las situaciones de ventaja y esfuerzo físico máximo para contagiar su intensidad a los compañeros. El sexto hombre del equipo es otro de los que está terminando la temporada a un nivel ilusionante para próximos cursos. 13+3+2, con 4 faltas provocadas, para 15 de valoración
  • SANTI YUSTA: 12 minutos en la cancha en los que el madrileño aportó una intensidad máxima en defensa, anticipándose en líneas de pase y recuperando balones. En ataque no acertó con un par de triples pero ayudó con un contraataque y un par de buenos pases. Buenos minutos de rotación de Yusta en una temporada algo complicada para él pero con final feliz. 2+3+2+3 para 4 de valoración
  • ALEKS MARIC: dureza en los bloqueos y en la defensa de la pintura, sacando faltas y permitiendo descansar a sus compañeros. Experiencia y solidez (también lentitud de movimientos, pero eso ya era sabido) para ayudar al equipo en la rotación. 3+3, con 4 faltas provocadas, para 5 de valoración
  • TXEMI URTASUN: un par de canastas en los momentos más difíciles del último cuarto dieron aire al equipo, aunque el pamplonés sufrió lo indecible para perseguir en esos minutos a un DeVries que aprovechó el filón. Una temporada tan dura para Urtasun, con tantos problemas físicos, es complicada de valorar con frialdad, pero a pesar de todo aún llegó a tiempo de ayudar en esta recta final del curso. 8+3+1 para 9 de valoración
  • PEPE POZAS: saltó a cancha con la sombra de la duda sobre él tras sus malos partidos anteriores, y eso le pesó enormemente en sus escasos 4 minutos en acción. Sufrió la desventaja física con un Radicevic que se lo llevó al poste una y otra vez, dio algún mal pase y tuvo mala suerte con un triple que le hizo la corbata en el aro, pero su alegría al final del partido demuestra que su mal momento no es por falta de ganas ni de implicación con el equipo. Le conviene resetear tras esta mala temporada para volver al buen nivel de base de rotación que tuvo en otros tiempos. 0+0 para -5 de valoración
Objetivo conseguido. Con 2 jornadas de antelación. Lo que parecía casi imposible hace un par de meses se ha alcanzado un año más, en la temporada seguramente más complicada desde la vuelta a la ACB. El equipo encadenó una serie de desgracias desde la pretemporada, continuó sumando problemas desde el mismo comienzo de la liga (perder a tu estrella para el resto de la temporada a los 5 minutos de juego del primer partido no es precisamente un obstáculo menor), supo aferrarse a los pocos asideros que tenía a mano cuando la situación parecía más dramática y ha conseguido finalmente certificar una permanencia que llegó a parecer casi quimérica cuando a mediados de marzo caía en Zaragoza por paliza, con medio equipo en la enfermería y cayendo en solitario a la penúltima posición. Desde entonces, cuando todo pintaba más que negro, el Obra no ha hecho más que crecer, con 4 triunfos en los últimos 7 partidos que han sido suficientes para llegar a meta y afrontar las 2 jornadas que faltan con la tranquilidad de haber cerrado ya la permanencia. Hay que valorar como corresponde el mérito enorme de este curso tan lleno de infortunios, y afrontar la que será nada menos que la séptima temporada consecutiva del Obradoiro en ACB con la ilusión de los primeros años, esa que por momentos parece irse desvaneciendo en la ciudad. Ahora toca celebrar el éxito y disfrutar el próximo domingo de una fiesta ante el Barça.


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