domingo, 8 de mayo de 2016

El Obra se enreda en un partido ganado y Bendzius sale al rescate en la prórroga (93-89)

(foto: Obradoiro de Basket)

El Obradoiro consiguió de manera agónica su noveno triunfo de la temporada al superar en una impensable prórroga al Bilbao Basket. Los de Moncho Fernández habían roto el partido en un increíble segundo cuarto en el que gracias a un festival de triples se consiguieron ir al descanso con una ventaja de 21 puntos que parecía casi definitiva (49-28). Los vascos reaccionaron al comienzo del tercer cuarto con un parcial de 0-10 ante un Obradoiro incapaz de ver aro durante muchos minutos, pero la intentona de remontada parecía controlada por los nuestros al mantener un cómodo +16 a falta de los últimos 10 minutos (63-47). Sin embargo, el tremendo atasco ofensivo de los nuestros y la llegada del acierto desde los 6,75 por los visitantes empezó a apretar el marcador hasta llegar a un desenlace inesperado, con Bertans empatando el partido a falta de 8 segundos tras un par de triples. La canasta final de Kolesnikov, fuera de tiempo, no podía evitar una prórroga dramática, con Sar en estado de shock, pero el Obra se aferraba a un colosal Bendzius que, en su mejor partido de la temporada, anotaba 10 puntos que permitían al equipo y a la caldeira llegar a un final triunfal después de haber sufrido una auténtica montaña rusa de emociones durante más de 2 horas. Con este triunfo, el Obradoiro respira y sigue una jornada más fuera de los puestos de descenso, obligando a un Estudiantes que está contra las cuerdas.

Otra final en Sar, con ambiente nuevamente de gala y la vuelta a casa del querido Kostas Vasileiadis. Sito Alonso ponía de inicio a Hannah, Bertans, Mumbrú, Hervelle y Bogris, mientras que Moncho Fernández situaba a McGrath, Haws, Bendzius, Caloiaro y Maric. Bilbao comenzaba con fuerza el juego, con 5 puntos de Bertans ante los problemas defensivos de Haws y el bonito duelo en el poste entre Bendzius y Mumbrú (2-7). Caloiaro robaba su primer balón y Haws devolvía la moneda a Bertans con una suspensión de 4 metros, pero Mumbrú se abría para clavar un nuevo triple (4-10). El ataque obradoirista era muy espeso, a pesar de la canasta de Caloiaro bajo aro, pero se mantenía vivo a base de esfuerzo defensivo. Bendzius taponaba a un Begic que desequilibraba con su entrada en juego la lucha reboteadora a favor de los suyos, aunque el Obra iba salvando la cara en anotación gracias al acierto en los tiros libres. Kolesnikov anotaba su primer intento triple para apretar el marcador, aunque Begic seguía dominando bajo el aro local, y también bajo el suyo propio con un brutal tapón sobre la entrada de Caloiaro. Borg asistía a Marko Todorovic rompiendo la defensa del Obra, pero los nuestros seguían sacando faltas y anotando libres, ahora por medio del aclamado Vasileiadis. Caloiaro forzaba la falta de ataque de Todorovic, ya con Pepe Pozas al mando, pero el rebote de ataque visitante permitía segundas opciones a los "hombres de negro". Un par de libres más, ahora de Pozas, llevaban el empate al luminoso tras los primeros 10 minutos de batalla (17-17).

El segundo cuarto iba a ser todo un festival del Obradoiro. Las primeras chispas se encendían tras una gran defensa que impedía tirar al rival, gracias a un triple de Vasileiadis y un heroico palmeo de Kolesnikov a tiro de Brown (22-17). Pozas daba dinamismo al ataque del Obra y buscaba buenas opciones, aunque los bilbaínos respondían con Bogris y un triple de Álex Suárez que volvía a equilibrar la situación. Bilbao se acercaba a 1 punto tras el tiro libre anotado por Mumbrú (24-23), con un triple cambio en el Obra que devolvía a pista a McGrath, Haws y Caloiaro. Y de repente, la tormenta: triple de Brown, rebote de Bendzius, triple del lituano tras fintar a Suárez y tiempo muerto de Sito Alonso con +7 para los nuestros (30-23). Pérdida de Mumbrú, triple lateral de Caloiaro, robo de Haws y otro triple más, de Bendzius en pleno contraataque para el +13 (36-23). Con Sar enardecido, Bendzius mantenía a raya en defensa a Mumbrú y la defensa obradoirista impedía cualquier opción de tiro clara a los visitantes. La ventaja seguía creciendo a base de tiros libres, a pesar de los rebotes de ataque de Bilbao y la veteranía de Mumbrú que sacaba faltas y anotaba desde la línea los únicos puntos de los suyos en muchos minutos (38-26). Sin embargo, otra nueva avalancha obradoirista, con McGrath clavando un triple más, el sexto del cuarto. Yusta forzaba la falta de ataque de Todorovic y Haws penetraba por la línea de fondo para dejar una gran bandeja a aro pasado. Yusta sudaba tinta para defender a un Mumbrú que le sacaba una falta detrás de otra, pero el Obra seguía desatado en ataque y le entraba todo, como con una forzada penetración del propio Yusta, seguida por los tiros libres de McGrath, otro robo en defensa y una canasta más en enorme suspensión de Haws que elevaban a 21 puntos la diferencia al llegar al descanso (49-28), tras un espectacular parcial en el cuarto de 32-11. Todo parecía (casi) sentenciado en Sar.

Pero no. Un lejano triple de Hannah rompía las hostilidades, con el Obra atascándose poco a poco en ataque hasta la desesperación. Con Mumbrú liderando el juego de los suyos, los triples visitantes empezaban a entrar y por contra los del Obra se salían uno tras otro. La afición callaba por momentos al recordar partidos pasados de la temporada, y los minutos caían sin que los nuestros volvieran a encontrar el camino del aro. Haws se enredaba varias veces en la misma jugada hasta perder el balón, y otra pérdida en ataque, ahora de Bendzius, terminaba con Hannah culminando el contraataque en fácil bandeja para el 0-10 visitante (49-38). Por fin, tras casi 5 minutos de sequía, un par de libres de Caloiaro tras un robo en media cancha daban aire a los nuestros, que sobrevivían a duras penas gracias a la gran ventaja del segundo cuarto. Vasileiadis se comía una puerta atrás de libro de Bertans y el temor empezaba a cundir en Sar, pero la vuelta al mando de Pepe Pozas parecía darle un ligero alivio al atasco ofensivo del equipo. Un triple de Caloiaro daba oxígeno al Obra, aunque Ruoff destrozaba en un par de ocasiones a un Vasileiadis lento de piernas para mantener la tensión. Los tiros libres de un serio Pozas evitaban males mayores, añadiendo además un gran rebote en defensa, y el triple frontal de Alec Brown parecía alejar los fantasmas para volver al +15. El Obra había sobrevivido a unos minutos horribles y, tras la última canasta del inspirado Pozas, se iba al final del cuarto con una todavía gran ventaja de 16 puntos que seguía pareciendo más que suficiente (63-47).

Todo parecía ir bien al comienzo del último cuarto. Triguero iba muy bien al rebote de ataque y sacaba la falta, aunque fallaba los primeros tiros libres del Obra en el partido. Sin embargo, la buena defensa y el robo del valenciano venían seguidos por una brillante entrada del propio Triguero culminada en mate para el (se suponía) definitivo +18. Caloiaro asistía a un Triguero omnipresente y, tras la falta recibida, esta vez sí anotaba los tiros libres para volver al +18 con menos de 8 minutos por jugarse (67-49). Bilbao no se rendía, pero los minutos pasaban y, a pesar de la vuelta al atasco en el ataque obradoirista, la defensa mantenía a raya a los visitantes, aunque Yusta se iba al banquillo por su quinta falta. También Ruoff se iba del partido por idéntico motivo, con +14 para el Obra y menos de 7 minutos por jugar. Bendzius fallaba 2 tiros libres y Raül López clavaba un triple para bajar a 11 la diferencia, con Sar empezando a asustarse mínimamente. Kolesnikov se liaba y Hannah bajaba a 9 tras anotar los libres después de la falta de McGrath (67-58). De todos modos, la tranquilidad retornaba (parecía que) irremisiblemente tras la buena canasta de Bendzius en el poste, unos pasos de Raül López y un par de rebotes en ataque culminados con falta sobre Caloiaro, que el estadounidense aprovechaba desde la línea de libres para volver a un (supuestamente) casi definitivo +13 con solo 4 minutos por delante (71-58). Pero Bilbao respondía desde los 6,75 (o más lejos) con Hannah, ante un Obra que cada vez acusaba más la presión y veía llegar desde la distancia a su rival. Mumbrú bajaba a 8 desde los 4,60, pero McGrath sacaba petróleo sobre el final de posesión y mantenía al Obra también desde la línea de libres (73-63). +10 y 2 minutos y medio con balón para el Obra tras el rebote de Triguero. Pero Haws cometía pasos y Mumbrú anotaba un triplazo para bajar a 7. Haws traía la (parecía que) definitiva tranquilidad con una gran penetración para volver al +9 a falta de menos de 2 minutos (75-66), pero... Bertans clavaba el triple lateral para bajar a 6, McGrath perdía en media cancha y hacía falta a Hannah, que bajaba a 4 desde los 4,60; otra vez McGrath perdía el balón en el saque de banda tras el tiempo muerto local, pero Bendzius frenaba a Mumbrú y el Obra parecía respirar tras anotar el lituano 2 tiros libres salvadores tras falta del propio Mumbrú para volver al +6 con solo 47 segundos para terminar (77-71). Estaba casi hecho. ¿O no? Bertans clavaba un triple para bajar a 3, el Obra agotaba la posesión pero no anotaba y en rápida transición otra vez Bertans, solo en la esquina, castigaba al Obra desde los 6,75 para empatar a falta de 8 segundos. Increíble. Sar enmudecía ante la pesadilla que estaba viviendo. Caloiaro intentaba anotar la canasta del triunfo sin éxito, pero Kolesnikov cazaba el balón bajo el aro y anotaba con la sirena de final del partido sonando. La caldeira estallaba pero solo por unos segundos, los que tardaba Conde en revisar el vídeo y anular la acción. Nos íbamos a la prórroga, con la afición hundida y el drama sobrevolando Sar (77-77).

Y cuando todo pintaba negrísimo, el guion del partido iba a seguir deparando sorpresas. Con Vasileiadis en cancha de nuevo, McGrath salvaba un rebote suelto en media cancha y Bendzius clavaba el triple desde el lateral. Bertans intentaba replicar pero tiraba mal y reboteaba Bendzius. El lituano recuperaba otro balón más en defensa y añadía otro triplazo más que de nuevo hacía soñar mientras Sito Alonso paraba el partido (83-77). El triple casi instantáneo de Mumbrú volvía a hacer sudar a la afición, pero Caloiaro conseguía una canasta de oro y Triguero se hacía fuerte en el rebote justo antes de que McGrath le sacara la quinta falta al gran Mumbrú y anotara los libres para el +7 local. El héroe de la prórroga seguía siendo un inmenso Bendzius, que cogía otro rebote más en defensa, recibía falta y anotaba los tiros libres para lanzar al Obra al +9 (89-80). Un triplazo desde 8 metros de Hannah mantenía todavía en vilo a Sar, y más tras la pérdida de Vasileiadis, pero el inspirado Bendzius taponaba a Bertans y Triguero anotaba bajo el aro para dejar todo (esta vez parecía que sí) sentenciado a falta de menos 1 minuto (91-83). A Bilbao ya le faltaba tiempo, a pesar de seguirlo intentando, y era, cómo no, de nuevo Bendzius quien sentenciaba (esta vez sí) el partido con otro par de tiros libres que dejaban en anecdótico el triple final de Raül López. El Obra, que lo había tenido ganado, casi lo había perdido y, finalmente, lo volvía a ganar. La afición festejaba la novena victoria y las pulsaciones dejaban poco a poco de estar en el límite del infarto (93-89).

Datos a destacar

  • dramatismo a nivel máximo. De un +21 al descanso, pero aún más, de un +18 a falta de 8 minutos, a tener que ir a la prórroga. Una montaña rusa de emociones en las que el Obra volvió a ahogarse en cuanto empezó a dejar de anotar desde el exterior. El equipo fue muy inocente en los últimos segundos, dejando solo a Bertans para anotar desde los 6,75, y estuvo a punto de pagar muy cara la terrible "pájara" de esos minutos finales que casi le cuesta un partido que tenía hecho
  • con Sar casi hundido, la reacción del Obra en la prórroga fue casi inesperada. El equipo se supo rehacer, siguió creyendo y volvió a levantar a una afición que apenas había estado apagada en los segundos posteriores al empate. La explosión de júbilo vivida al final permitió soltar de golpe toda la tensión acumulada durante unos minutos agónicos
  • el 111-86 en valoración indica que el partido en realidad fue casi siempre del Obra (aparte del apagón de esos minutos finales). El equipo sufrió en algunos momentos para cerrar el rebote (sobre todo con Begic), pero a su vez también cargó bien el rebote de ataque, sobre todo con Triguero, y acabó ganando por poco esa batalla (33-31). Defendió bien los puntos fuertes del rival hasta esos últimos minutos, cuando cayeron los triples de Bilbao, y buscó buenos balones en ataque hasta también el apagón del final del cuarto cuarto
  • los tiros libres, decisivos: el Obra anotó 36 puntos desde la línea, con un 90% de acierto. Cuando las cosas pintaban peor, la línea de libres fue el asidero al que se aferró el ataque obradoirista para mantenerse con vida. Ante el apagón de la segunda mitad en el triple y la muy escasa producción en la pintura, los nuestros salvaron la cara de punto en punto
  • EIMANTAS BENDZIUS: heroico en una prórroga increíble. Antes de eso había mantenido un gran duelo con Mumbrú, aguantando en defensa y forzando en ataque con bastante éxito. En la prórroga se desató con 2 triples decisivos mas toda su ingente labor atrás (rebotes, tapones, defensa interior). Su mejor partido con el Obradoiro en el momento más importante. 22+5+1+2, con 6 faltas provocadas, para 26 de valoración
  • DONNIE McGRATH: luces y sombras en el día de su cumpleaños. El Obra estuvo más bien espeso bajo su dirección y el irlandés tampoco estuvo fino en sus tiros, pero a cambio mantuvo a raya a Hannah durante mucho tiempo. En los minutos terribles del cuarto cuarto intentó agotar posesiones, pero a costa de atascar más todavía el ataque y añadiendo un par de pérdidas que pudieron ser mortales. Salvó la cara en un par de ataques forzando faltas de veterano. 9+3+6, con 3 pérdidas, para 10 de valoración
  • TYLER HAWS: con problemas de inicio para defender a Bertans, pero compensándolo en ataque con sus buenos tiros de media distancia. Buenas apariciones en ataque, correcto en defensa... hasta el colapso del final del último cuarto, en el que quiso asumir responsabilidades y solo perdió balones. De más a menos durante el juego. 10+2+1, con 4 pérdidas, para 9 de valoración
  • ANGELO CALOIARO: el alma del equipo, saliendo al rescate con sus anticipaciones en defensa, sus penetraciones y de vez en cuando sus triples. Peleó muy bien con los 4 abiertos rivales, no se escondió en los momentos complicados y volvió a firmar un partido completo en el que hizo de todo un poco. 16+3+1+2, con 5 faltas provocadas, para 18 de valoración
  • ALEKS MARIC: empezó bien en el rebote de ataque, pero la entrada en pista de Begic le amargó la vida. Pocos minutos (apenas 14) en los que no mostró más allá de un par de jugadas de interior y alguna buena defensa. 2+3 para 5 de valoración
  • JUANJO TRIGUERO: 21 minutos en cancha en los que el valenciano fue decisivo para el triunfo. Fue muy bien al rebote ofensivo, cortó balones en defensa, paró a Todorovic y a Bogris y además sumó unos puntos vitales en momentos clave. Uno de los mejores partidos de la temporada por parte de Juanjo. 6+8+1+2 para 15 de valoración
  • KOSTAS VASILEIADIS: con algunos kilos de más, lento de piernas para defender a un tipo rápido como Ruoff, pero con la energía contagiosa de siempre. El griego dio un plus al ataque del equipo en el inicio del segundo cuarto, y más tarde tuvo algún buen tiro que no le entró y que hubiera redondeado una vuelta más brillante todavía. El efecto moral de su llegada sí se dejó notar en Sar. 7+2+1 para 5 de valoración
  • ALEC BROWN: participó de los mejores minutos del equipo, como indica su espectacular 27 en la estadística del +/-. Se jugó algún balón interior, anotó los 2 triples que intentó y no cometió errores defensivos demasiado exagerados, más allá de las dificultades habituales para cerrar el rebote. 6+1 para 7 de valoración
  • PEPE POZAS: un par de apariciones en la cancha; la primera en la previa del vendaval obradoirista del segundo cuarto, y la segunda para devolver la tranquilidad al equipo y dejarlo con el partido encarrilado a falta de 8 minutos con 18 arriba. Muy buenas decisiones, dinamismo para mover el balón y acierto en la línea de libres y en la canasta que cerró el tercer cuarto. En casi 15 minutos en cancha, un expediente brillante el del malagueño. 8+2+1+2, con 5 faltas provocadas, para 12 de valoración
  • EVGENII KOLESNIKOV: salió como un tiro, con un triplazo y un enorme palmeo, pero tuvo poca continuidad para aportar más con su juego intenso en defensa. Pocos minutos (12) que sugieren que quizá no esté en buenas condiciones físicas, aunque el reparto de tiempo en la ahora mismo larga rotación exterior del Obra también puede ocasionar situaciones como esta. No fue el héroe por décimas de segundo con su canasta fuera de tiempo que habría evitado la prórroga. 5+2+1, con 2 pérdidas, para 1 de valoración
  • SANTI YUSTA: valiente en su pelea desigual ante un Mumbrú que le dobla en edad y le sacó varias faltas. Apenas aguantó en pista 7 minutos y medio, con su intensidad y ganas de siempre, aportando una canasta inverosímil en el festival del segundo cuarto. 2+1 para 0 de valoración
El Obradoiro vivió un auténtico thriller pero con final feliz, amarrando finalmente una novena victoria que se presume puede ser decisiva en estas semanas finales de competición. La tensión que casi lleva al equipo a regalar un partido que tenía ganado (recordando pero aumentada la remontada sufrida hace unos meses ante Fuenlabrada) puede servir para dar todavía más moral a un equipo que en poco se parece al que unas semanas atrás apenas podía competir por los partidos. A la espera de lo que haga Estudiantes en Las Palmas, el Obra se presentará en cualquier caso ante las últimas 3 jornadas fuera de los puestos de descenso. Con la última bala en la recámara del partido final en Sar ante Unicaja, hay que intentar sacar algo de las 2 visitas consecutivas a Tenerife y Andorra. Si se consigue, y de no mediar una reacción fuera de lo normal de nuestro rival estudiantil, la salvación puede estar muy cerca.


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