domingo, 12 de abril de 2015

La fe mueve montañas (77-72)

(foto: Obradoiro de Basket)

Con una increíble remontada en el último cuarto gracias a un parcial de 27-7, el Obradoiro levantó un partido perdido ante un Bilbao Basket que llegó a ganar por 18 puntos en el tercer cuarto (34-52) y que aún llegó con nada menos que +15 a los últimos 10 minutos (49-64). El Obra sufrió una avalancha de triples de salida y fue siempre a remolque de un rival que con el paso del tiempo iba aumentando su ventaja. Sin embargo, con una grada que no dejó de empujar ni en los momentos más oscuros, la fe de los de Moncho Fernández les llevó a ir apretando el marcador a pesar de los golpes de suerte de los vascos, para en el último minuto culminar una remontada épica con un Sar en ebullición. Adam Waczynski en ataque, Pepe Pozas en la dirección y todo el equipo en el esfuerzo defensivo colectivo amarraron una fantástica victoria número 13 que deja al Obra a un solo triunfo de la salvación matemática y todavía con el sueño lejano de los playoffs en el horizonte.

Calurosa tarde de domingo en horario poco habitual por exigencias televisivas. El Bilbao Basket, con una nutrida representación en la grada, comenzaba con Colom, Bertans, Mumbrú, Hervelle y Marko Todorovic. Por parte local el quinteto inicial estaba formado por Luz, Waczynski, Pumprla, Kleber y Triguero. El protagonista inicial del Obra era Waczynski desde los 6,75, aunque la respuesta visitante era contundente también desde la distancia. Mumbrú daba inicio a la catarata de triples bilbaínos, con un Obradoiro que en ataque no encontraba buenas opciones y perdía balones. Al menos el peligroso rebote de ataque rival era controlado por los nuestros, con Triguero parando a un Marko Todorovic que no iba a tener su día. Otro triple de Waczynski mantenía la igualdad en el partido, pero el juego abierto de Axel Hervelle encontraba posiciones cómodas desde los 6,75 y la salida a cancha del cañonero Andjusic terminaba por destrozar a los nuestros defensivamente. El ataque local, enredadísimo con un espeso Rafa Luz al mando, solo se salvaba gracias a los 10 puntos de un Waczynski acertadísimo en el tiro, pero el goteo de triples visitante continuaba. Pozas saltaba a cancha y asistía para el mate de Triguero y una efímera ventaja obradoirista (16-14), pero otros 2 triples más de Andjusic daban las primeras ventajas interesantes a un Bilbao Basket que llevaba 18 de sus 20 puntos anotados desde más allá de los 6,75. Corbacho salía a la cancha para asistir a Pozas, pero Raül López aparecía con una de sus genialidades para anotar sobre la bocina de final del cuarto y darle un +4 a los suyos (18-22).

El Obra no estaba cómodo en el comienzo del segundo cuarto, con Corbacho maniatado por la defensa rival y sin claridad en ataque. Raül López controlaba el partido y leía el punto débil de la defensa local, aunque los continuos triples liberados visitantes ya no entraban como en el primer cuarto. El Obra no veía aro más que en una suspensión lateral de Giannopoulos, con Waczynski defendido duramente en su vuelta a cancha y sin acierto en sus tiros, pero eso era insuficiente ante un Bilbao Basket que volvía a castigar con un triple y una bandeja acrobática de Bertans para un peligroso +9 visitante (20-29). Moncho Fernández buscaba soluciones en ataque pero el mate de Pumprla era solo un hecho aislado, con Corbacho negado en sus tiros y Rafa Luz de nuevo perdiendo el balón en ataque. Otras 2 puñaladas más en forma de triples frontales de Raül López sin oposición encendían las alarmas de un Obra que seguía sin sumar en ataque, errando canastas casi hechas, y se veía ya 17 abajo tras la irrupción de Álex Mumbrú en el poste bajo (24-41). Sar intentaba mantener vivo al equipo y la bronca se la llevaban los árbitros tras señalarle una técnica a Moncho Fernández por protestar. Un arreón final de Daniel Miller, con un tapón a Marko Todorovic y una canasta casi sobre la bocina tras interceptar un balón bajo el aro vasco, permitía al Obra respirar mínimamente y llegar al descanso perdiendo "solo" por 14 puntos (27-41).

Pintaban bastos para el Obradoiro en la cancha. El partido era de claro color visitante a pesar de los esfuerzos de unos jugadores del Obra que aunque no bajaban los brazos seguían desacertados individualmente, incluso con Corbacho y Waczynski al mismo tiempo en cancha. La fugaz aparición en ataque de un gris Kleber y un 2+1 de Waczynski no compensaban otro nuevo triple liberado de Hervelle y la enorme penetración de un incisivo Bertans. Miller volvía a taponar a Marko Todorovic y Corbacho penetraba con inteligencia, pero Mumbrú hacía mucho daño posteando a Waczynski y la desventaja subía hasta un casi definitivo -18 tras una pérdida de Corbacho y un genial pase de Mumbrú para la canasta del hasta entonces inédito Todorovic (34-52). El tiempo muerto local, ya casi a la desesperada, permitía al Obra salvar el matchball con un par de triples de Kleber y de nuevo Waczynski, pero Corbacho seguía fallando sus tiros, Rafa Luz no conseguía controlar el partido ante Colom y Bilbao mantenía las distancias sin demasiados apuros. El Obra alternaba defensas y comenzaba a plantear trampas en media cancha que hacían bajar la anotación rival, pero no conseguía anotar con continuidad y las ventajas visitantes volvían al +17 tras 3 tiros libres del siempre pillo Raül López tras fintar a Kleber y sacarle falta (42-59). Sar seguía animando pese a todo, y los nuestros se aferraban al milagro desde la línea de personal gracias al buen hacer de Triguero y Pepe Pozas. Otra buena defensa del equipo con robo del pivot valenciano daba paso a otro triple de Kleber para bajar a -10 tras un parcial de 7-0 (49-59), pero todo el trabajo parecía irse al traste en el último segundo del cuarto con un triplazo desde media cancha de Bertans que castigaba a los nuestros para volver a llevar un +15 visitante al marcador (49-64).

Nadie podía imaginarse que el partido fuera a cambiar su guion, pero la grada seguía increíble en su ánimo, jaleando cada éxito defensivo y aplaudiendo a los nuestros por el esfuerzo. Pozas seguía haciendo buenos minutos en la dirección y Waczynski asumía la responsabilidad ofensiva, anotando y asistiendo a Kleber. Los triples ya no les entraban a los bilbaínos y el Obra se ponía a 8 tras un triple más de Waczynski, con Sar llevando en volandas a los nuestros (56-64). Corbacho volvía a entrar en cancha para dar descanso al tirador polaco y, como siempre suele suceder, el mallorquín acertaba cuando las cosas estaban más calientes, con un triplazo para el -5 mientras Pozas comenzaba a ganarle claramente la partida a Colom. Sin embargo, Mumbrú echaba agua fría a la caldeira contestando con otro triple de vuelta sobre la bocina de final de posesión, y el Obra volvía a quedarse sin sacar fruto de sus grandes defensas por la precipitación en ataque. Con solo 4 minutos por delante, otro triple de Bertans para el +11 visitante habría hecho bajar los brazos a cualquier rival y a cualquier afición, pero no al Obra ni a la caldeira (59-70). Moncho Fernández reorganizaba al equipo en el tiempo muerto y el triple de Nankivil devolvía a los nuestros a la lucha. Las defensas alternativas surtían efecto y Bilbao se colapsaba en ataque, mientras Pozas anotaba en bandeja tras una "pared" con Waczynski para el -6. Otro robo en defensa y asistencia de Corbacho para el mate de Kleber en contraataque bajaba a -4, con Sito Alonso parando el partido y sus jugadores sintiendo todo el peso de la caldeira sobre sus espaldas. Waczynski recibía un tapón, pero Corbacho amagaba y clavaba el triple para el -1 a falta de 1:15. Colom se comía la defensa de los nuestros y Pozas se iba en penetración para recibir una clara falta antideportiva de Raül López. A falta de 45 segundos los tiros libres del malagueño culminaban la remontada y la fiesta en Sar era total con el acierto de Waczynski desde la línea en las faltas que iba recibiendo. Con 6 tiros libres consecutivos del polaco el partido terminaba con un alucinante parcial de 28-8 en el último cuarto y un 18-2 en los últimos 4 minutos, que daba al Obradoiro su decimotercera victoria de la temporada ante una caldeira de Sar feliz después de una exhibición de carácter y fe colectivos de las que merecen ser recordadas por mucho tiempo (77-72).

Datos a destacar

  • es complicado recurrir únicamente a temas técnicos para explicar el triunfo del Obradoiro. Con desventajas enormes en el marcador y sin casi nada a lo que agarrarse, los jugadores y la afición se empeñaron en no rendirse a la evidencia. Ni siquiera los mazazos de los triples de Bertans y Mumbrú fueron capaces de hundir a los nuestros, en un partido de orgullo y coraje
  • las defensas en matchup del último cuarto colapsaron el ataque rival. Los triples liberados que habían caído uno detrás de otro al principio del encuentro dejaron de entrarle a Bilbao, y de ese modo se terminó la casi única vía de anotación visitante durante el partido. El Obra dominó el rebote con claridad (35-26 y sobre todo concediendo solo 4 de ataque a Bilbao), Marko Todorovic y Williams sumaron 4 puntos y 3 de valoración entre ambos y el acierto triplista cambió de bando en el último cuarto
  • ir perdiendo en casa por 18 puntos y que la grada ovacione cada buena defensa animando al equipo, sin rastro de derrotismo y jaleando a todos los jugadores una y otra vez. Una canasta o un rebote yendo 15 abajo en el marcador se festejaba como si fuese la jugada ganadora, y el silencio tras un triple afortunado rival duraba apenas un par de segundos para dar paso a nuevos aplausos y ánimos. En definitiva, Sar en su máxima expresión
  • ADAM WACZYNSKI: mantuvo casi en solitario el ataque obradoirista en los primeros minutos, apareció en cada intento de reacción en el segundo cuarto y apuntilló con total frialdad desde la línea de libres en los últimos segundos. A veces se pierde en alguna defensa, pero su capacidad anotadora y su cada vez mejor toma de decisiones (¡5 asistencias!) solo pueden hacernos desear que el polaco siga aquí por mucho tiempo. Sus últimas semanas están siendo de quitarse el sombrero. 27+1+5, con 3 pérdidas y 7 faltas provocadas, para 29 de valoración
  • RAFA LUZ: no supo dominar el partido en sus minutos en cancha. En defensa aportó su habitual intensidad, pero perdió varios balones en ataque, no supo encontrar a sus compañeros y Colom y López le ganaron la partida más de una vez. Como siempre, su espíritu de lucha fue intachable. 2+5+3, con 4 pérdidas, para 3 de valoración
  • PAVEL PUMPRLA: tenía mucho trabajo atrás con Mumbrú, y aunque puso su energía habitual no salió victorioso en demasiadas ocasiones. En los últimos minutos, sin embargo, fue fundamental en la defensa matchup para tapar huecos y llegar a todas partes. Se le escaparon algunas canastas bajo el aro que hubieran completado un mejor expediente, pero sus intangibles siempre ayudan al equipo. 3+5+1 para 5 de valoración
  • MAXI KLEBER: casi desaparecido en la primera mitad, sin acierto en sus escasos intentos en ataque y sufriendo ante el juego abierto de Bilbao en defensa. En los minutos decisivos, sin embargo, fue clave para la remontada con sus puntos desde el exterior y su trabajo defensivo atrás, haciendo pareja con Nankivil con éxito nuevamente. 32 minutos en cancha, el máximo del equipo. 14+4 para 15 de valoración
  • JUANJO TRIGUERO: paró casi por completo a Marko Todorovic, colaboró con sus largas ayudas habituales en defensa y estuvo en los minutos clave de la remontada, cargando el rebote de ataque para dar nuevas opciones al equipo cuando los tiros no entraban. Partido muy serio del valenciano, en el que sin duda salió ganador en sus duelos en la pintura. 6+4, con 2 robos y 4 faltas provocadas, para 9 de valoración
  • ALBERTO CORBACHO: lo que parecía llevar camino de convertirse en un partido para olvidar del mallorquín, muy defendido, sin acierto en sus tiros y con varios desajustes en defensa, se transformó en unos minutos de gran ayuda para el equipo que permitieron la remontada. Quizás sea el jugador del equipo con mejor visión de juego, y al final acabaron por entrarle un par de triples clave. Importante incluso en sus días menos lucidos. 10+1+4+2 para 10 de valoración
  • PEPE POZAS: aparte del gran partido de Waczynski, el malagueño fue el hombre más determinante del partido. Ya no había estado mal del todo en su breve aparición en la primera mitad, pero cuando volvió al partido con todo casi perdido supo dominar a los bases rivales, dirigir al equipo con claridad y atreverse en ataque cuando era necesario. Su +19 en el +/- es concluyente sobre su influencia en el partido, quizás el más completo que ha hecho desde que juega en el Obra. 8+3+5, con 4 faltas provocadas, para 12 de valoración
  • KEATON NANKIVIL: intenso en defensa, su trabajo fue importante en la defensa de ajustes de los minutos finales. Su único intento en ataque fue un triple decisivo para iniciar el parcial definitivo. De nuevo el Obra se hizo fuerte con él y Kleber atrás en esos últimos minutos. Pocos minutos pero siempre en positivo para el equipo. 3+3 para 5 de valoración
  • DANIEL MILLER: lástima de ese par de tiritos que no metió, porque en lo demás estuvo bastante acertado. Cerró el rebote, paró en seco a Marko Todorovic un par de veces y tuvo unos segundos finales del segundo cuarto importantes para que el equipo siguiera vivo al descanso. Buen expediente en sus 13 minutos en cancha. 2+5, con 2 tapones, para 7 de valoración
  • HARIS GIANNOPOULOS: saltó a la cancha en busca de soluciones para cambiar el mal rumbo que llevaba el partido en la primera mitad. Ayudó en el rebote, aguantó el emparejamiento con el base rival en algún cambio y anotó un tiro. 2+3 para 4 de valoración
El Obradoiro levantó un partido perdido que solo en Sar y con la caldeira en ebullición se podría haber remontado. El ejercicio de fe y de coraje de los nuestros impidió que nadie bajara los brazos a pesar de tener todo en contra. Incluso sin haber culminado la remontada ya habría sido digno de elogio el esfuerzo del equipo, pero el premio del triunfo final fue el mejor colofón a una tarde par recordar. El Obra lleva ya 13 victorias, igualando su segunda mejor marca en ACB, se queda al borde de certificar matemáticamente la permanencia (quizás lo haga la próxima semana, incluso sin jugar) y tiene por delante 6 partidos para pelear y quién sabe si seguir haciendo milagros. En cualquier caso, ya se puede decir sin temor al error que el Obradoiro va a cumplir otra temporada más de éxitos, la quinta consecutiva. Y, con tardes como la de este domingo en Sar, solo nos podemos sentir orgullosos de este equipo y esta afición. Sigamos disfrutando.


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