domingo, 14 de diciembre de 2014

La ruleta rusa sonríe al Obra (60-59)

(foto: Obradoiro de Basket)

El Obradoiro consiguió amarrar la sexta victoria de la temporada en un final agónico ante un Estudiantes que tuvo el triunfo en sus manos en la última posesión de Javi Salgado. El partido tuvo un nivel bastante bajo, con el Obra incapaz de aprovechar las enormes ventajas físicas que propiciaba la extraña formación de la rotación estudiantil, y un conjunto colegial que fiaba casi todo su potencial ofensivo al acierto en el triple. En un partido loco y sin control, la defensa de los últimos minutos permitió a los de Moncho Fernández ponerse por delante en las últimas jugadas y salvarse in extremis en el cara o cruz final. Con su record de 6-5, el Obra mantiene su situación cómoda y esperanzadora en la clasificación, con un pie en la zona de playoffs y Copa y muy lejos de los puestos de abajo.

El buen ambiente de los sábados por la tarde era propicio para disfrutar del partido ante un Estudiantes que llegaba a Sar eufórico tras su triunfo ante el Real Madrid y que comenzaba con Fernández, Van Lacke, Rabaseda, Martín y Slokar, mientras que el Obradoiro volvía a contar con todos sus hombres y partía de inicio con Rafa Luz, Corbacho, Pumprla, Kleber y Triguero. El triple inicial de Nacho Martín era devuelto por el Obra con un contundente parcial de 10-0 basado en la superioridad física de Pumprla jugando en el poste ante Van Lacke. Con 3 canastas consecutivas del checo, una tras robo y mate en contrataque, el 10-3 del marcador hacía presagiar lo mejor para los nuestros. Sin embargo, una sucesión de ataques alocados de Rafa Luz impedía confirmar la ruptura. Estudiantes se la jugaba casi en exclusiva desde los 6,75, y el intercambio de triples entre Rabaseda (2) y Corbacho permitía a los visitantes aguantar el tirón. El Obra comenzaba a olvidarse de jugar por dentro como en el inicio y los triples seguían cayendo por parte estudiantil, con otro más de Rabaseda y una genialidad desde casi medio campo del mayor especialista en canastas imposibles de la ACB, el pequeño gran Javi Salgado. Rafa Luz seguía negado en la dirección y un triple más de Salgado, el sexto de los visitantes, cerraba el primer cuarto con un sorprendente 15-20.

El Obradoiro continuaba desconcertado en la cancha, sin atacar ni defender bien, y el comienzo del segundo cuarto era más de lo mismo. Estudiantes seguía ampliando el parcial hasta un exagerado 0-12 tras una bandeja en contraataque de Rabaseda y otra canasta más de Nacho Martín que lo ponía 9 arriba (15-24). Los nuestros se empeñaban en jugar muy por fuera, con Nankivil buscando tiros exteriores y Pozas siendo taponado por Simpson bajo el aro, y la tímida respuesta de Corbacho con una bombita desde 3 metros recibía la respuesta del cuarto triple del infalible Rabaseda para el +10 visitante (17-27). Waczynski saltaba a cancha aceleradísimo y sin acierto, y el Obra apenas sobrevivía gracias a un balón suelto bajo el aro aprovechado por Pozas. Por fin llegaba un balón interior en ataque, bien aprovechado con un tiro corto por Miller, y la catarata de triples visitantes se secaba dejando al Estudiantes sin más argumentos ofensivos. Giannopoulos acercaba al Obra con 3 tiros libres tras la falta a su intento triple y con una suspensión corta que cerraba un parcial de 9-0 (26-27), y en medio del desacierto generalizado y las malas lecturas de los ataques un triple de Pepe Pozas devolvía la delantera al Obradoiro por breves instantes. Con Javi Salgado actuando de apagafuegos estudiantil con sus genialidades en ataque, el descanso llegaba con el partido igualado a 33 y una evidente sensación de descontrol en la cancha.

Las cosas seguían enredadas al inicio del tercer cuarto. Un triple más de Javi Salgado y un contraataque culminado por Nacho Martín lanzaban a los madrileños, pero el Obra respondía con el segundo triple de Corbacho y una canasta más en la pintura de Pumprla (38-38). Maxi Kleber aparecía fugazmente con un mate y Triguero sumaba un par de buenas defensas, pero el equipo seguía sin saber atacar al rival y la incapacidad para jugar un solo balón interior era desesperante, más aún ante la inferioridad física de los interiores visitantes. Wazcynski volvía a cancha por Pumprla, que ya no regresaría al partido, y el Obra sufría los únicos momentos de acierto ofensivo de Van Lacke, con 5 puntos seguidos equilibrados por otro triple más de Corbacho y un mate de Wazcynski a pase de Nankivil. Triguero doblaba un buen balón para el triple lateral de Rafa Luz (49-47), pero Jaime Fernández anotaba un triple lleno de fortuna en el límite de posesión y bien punteado por Wazcynski. Otro atolondramiento del desacertado Luz terminaba en falta en ataque y lo llevaba al banquillo, y Pozas aparecía en cancha para cortar y doblar al mate de Kleber que cerraba el cuarto (51-52).

Con el Estudiantes oponiendo un extrañísimo quinteto al Obra (3 bajísimos y las 2 torres del equipo al mismo tiempo en cancha), el partido se iba enredando todavía más si cabe, con el Obradoiro empecinado en no jugar por dentro y compensando la situación a base de pelea defensiva. Pozas penetraba para poner a 1 a los nuestros pero Slokar anotaba solo bajo el aro y se cobraba la falta de Corbacho aunque sin aprovechar el libre adicional. Ninguno de los 2 equipos parecía tener las ideas mínimamente claras en ataque y los puntos caían con cuentagotas mientras el reloj descontaba minutos. Un triple de Nacho Martín para el +5 visitante encendía las alarmas a falta de 4:10 y provocaba el tiempo muerto local (54-59). El Obra se intentaba hacer fuerte en defensa con éxito, ante un Estu que ya no encontraba el acierto genial de Javi Salgado, y otro balón doblado por Pozas para el mate de Nankivil ponía al Obradoiro a 1 a falta de poco más de 2 minutos. Estudiantes se ahogaba en la orilla, aunque el Obra tampoco andaba sobrado de ideas. Un embarullado ataque con 3 rebotes ofensivos terminaba con una canasta de Corbacho que ponía a los nuestros por fin por delante a falta de poco más de 1 minuto (60-59). Otra buena defensa del Obra, con Nankivil aguantando el cuerpo a cuerpo con Martín, le daba al Obra la oportunidad de sentenciar la faena, pero Giannopoulos se precipitaba y su tiro de media distancia errado le daba la última posesión al Estudiantes. Estaba claro que el balón iba a ser para Javi Salgado, del mismo modo que también parecía evidente que el Obra, con solo 2 faltas en todo el cuarto, podría frenar al base vasco antes de permitirle el tiro. Pero no: Salgado conseguía el missmatch con Kleber, que en vez de hacerle falta le permitía jugar el 1x1 con cierta comodidad. Salgado se iba del alemán pero la suerte sonreía al Obra y la fácil bandeja del estudiantil se salía del aro y se perdía fuera de banda. Aún quedaba alguna décima por jugarse, tras rectificar los árbitros a la mesa gracias al instant replay, pero el tiempo muerto de Moncho Fernández llevaba el saque a campo contrario y el partido concluía en cuanto Giannopoulos tocaba el balón. El Obra se llevaba su sexto triunfo tras un partido extrañísimo y alocado, pero resuelto al fin y al cabo favorablemente para los nuestros.

Datos a destacar

  • partido complicado de resumir. El Obra tenía muchas ventajas en los emparejamientos, al tener Rabaseda que ocuparse de Corbacho, pero solo las aprovechó en los minutos iniciales. Después de ahí, el Estudiantes se fue a base de triples (11 triples frente a solo 12 canastas de 2) y se fue secando al acabarse los mismos. Al final el Obra defendió bien y le llegó para ganar a pesar de seguir sin atacar con un mínimo de cabeza. Y aún así volvió a permitir la victoria in extremis del rival, pero la suerte estuvo de cara
  • la configuración de la rotación del rival era de las más extrañas de la liga, pero el Obra apenas sacó provecho de ello. Y ello a pesar de esos primeros minutos que mostraban el camino a seguir, con Pumprla posteando al pequeño Van Lacke. El equipo se fue alejando de la zona cada vez más, y lo poco que fue sacando en ataque llegó precisamente cuando Pozas cortó un par de veces para meter balones dentro
  • 37-24 en rebotes, con nada menos que 13 ofensivos del Obra. Con eso y con la incapacidad del rival para anotar más que a base de triples tendría que haber bastado, pero si nuestros interiores solo suman 7 tiros en la pintura en todo el partido y nuestros aleros no aprovechan (a excepción de Pumprla) su ventaja en altura para postear a sus pares, al final hubo que irse a un cara o cruz. Salió cara, pero ello no debe impedir observar esos problemas en nuestro ataque
  • ALBERTO CORBACHO: fue el máximo anotador y el segundo reboteador, estuvo correcto en el tiro (tanto en acierto como en lectura del momento) y apareció en ataque en los momentos más comprometidos (incluyendo la que al final fue la canasta del triunfo), pero Rabaseda se lo hizo pasar mal, como demuestra ese -12 con el mallorquín en cancha. Con todo, su concurso fue importante en la montaña rusa en que se convirtió el partido
  • RAFA LUZ: acelerado, sin leer bien el juego y desacertado en sus intentos en ataque. Un partido muy pobre del brasileño, que pareció desbordado por momentos y no mostró lucidez casi nunca. Lo mejor fue el triple abierto que anotó en un momento difícil. Tiene que mejorar mucho. 3+2+1, con 3 pérdidas, para -2 de valoración
  • PAVEL PUMPRLA: destacadísimo de salida, posteando a Van Lacke y liderando al equipo. El caos triplista de final del primer cuarto dejó en nada ese buen comienzo, y después apenas saltó a la cancha al inicio del tercer cuarto. Es de suponer que sus problemas de espalda seguían existiendo, lo que justificaría su ausencia en todo el último cuarto. 10+2+1 para 9 de valoración
  • MAXI KLEBER: lejos de su mejor versión, apenas apareció en ataque y se mostró alérgico a la pintura la mayor parte de las veces. Sin embargo, su aportación reboteadora en los últimos minutos fue fundamental para cerrar nuestro aro. Su inocencia en la última jugada pudo resultarle cara al equipo. Con todo, se quedó a 1 punto del doble-doble, pero puede y debe dar mucho más. 9+10 para 14 de valoración
  • JUANJO TRIGUERO: infrautilizado en ataque (sus 2 puntos llegaron con un intento de asistencia que se coló en el aro) y de nuevo con pocos minutos en cancha, ya que Moncho acabó confiando en la dupla Kleber-Nankivil una vez más. Sumó un par de buenas defensas seguidas que ayudaron a mantener al equipo en el tercer cuarto. 2+2+2, con 2 pérdidas, para 3 de valoración
  • KEATON NANKIVIL: a veces desespera su juego ofensivo, siempre escapando de la pintura y jugándose esos tiros lejanos que no suelen entrar, pero a cambio da intensidad defensiva y al final acaba acumulando muchos minutos en cancha. Si pudiera (o supiera) jugar interior de vez en cuando, el equipo ganaría mucho con ello. 2+4+1 para 2 de valoración
  • PEPE POZAS: fue el único que de vez en cuando intentó jugar con algo de cabeza para buscar las evidentes ventajas que tenía el Obra en ataque. Acabó siendo el base en los minutos de la verdad y ayudó con algunos puntos, pero sobre todo metiendo algún balón a nuestros interiores.7+2+3 para 11 de valoración
  • HARIS GIANNOPOULOS: el griego entró con buen pie en la cancha, con 5 puntos en el segundo cuarto para cortar el peor momento del equipo y frenando en defensa a Rabaseda. Al final también fue de los que se liaron en la lectura del juego ofensivo, sin intentar aprovechar su estatura y físico para jugar más por dentro. Apareció en el rebote defensivo en momentos cruciales. 5+3+1 para 5 de valoración
  • ADAM WACZYNSKI: hiperactivo en el mal sentido. Empecinado en ataque en jugárselas todas y en penetrar en jugadas de uno contra varios. Con muy poca cabeza en la cancha, en esta ocasión apenas aparecieron sus "locuras positivas". Tampoco buscó postear a sus pares, inferiores en altura. 7+1+1, con 3 pérdidas y 2 tapones recibidos, para 1 de valoración
  • DANIEL MILLER: 8 minutos escasos en cancha en los que apenas apareció. Se perdió en defensa varias veces y, eso sí, tuvo buena mano en el único balón que le metieron dentro. 2+2 y 1 tapón para 4 de valoración
El Obradoiro hizo un partido flojo ante un rival que estuvo a un nivel similar de bajo. La suerte estuvo de parte de los nuestros y todas las penalidades del encuentro quedaron olvidadas en parte tras la victoria final. Aún así, y siempre valorando como se merece el gran record de 6-5 que lleva el equipo (el mejor inicio del Obra en su historia en ACB), al cabo de 11 jornadas parecen claras las virtudes y los defectos de nuestro juego. Cuesta un mundo meter balones dentro, la dirección en cancha tiende a ser muy espesa y al equipo le resulta tarea complicada mantener un nivel constante en los partidos. Los apagones suelen ser más en ataque que en defensa, pero ante la prueba de fuerza que el calendario nos tiene reservada para las próximas semanas habrá que incidir en la necesaria mejora de estos puntos débiles del equipo. Eso sí, todo ello mirando de lejos los lugares peligrosos de la clasificación y con mucho margen de mejora por delante.


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