domingo, 21 de abril de 2013

Oliver congela la caldeira (79-82)

(foto: Obradoiro de Basket)

Un colosal partido de Albert Oliver (27+5+3+2 para 31 de valoración, con varias canastas sobre la bocina de posesión) y una pájara brutal del Obradoiro en el tercer cuarto, con un parcial de 0-14 y 7 minutos sin anotar, fueron las claves de un extraño encuentro en que los nuestros no consiguieron centrarse en casi ningún momento. Ante un rival con muchos problemas y un juego bastante anárquico, el Obradoiro dio la sensación de poder ganar con cierta comodidad pero sin acabar de romper el partido del todo, perjudicado por su mala defensa (27 puntos encajados en el segundo cuarto). Con 53-46 a favor al inicio del tercer cuarto, el equipo se colapsó de una forma sorprendente y regaló una ventaja al rival que rondó los 10 puntos hasta los 2 últimos minutos, con Quezada y Oliver anotando varias canastas al límite de la posesión. En ese momento la reacción a la heroica de los nuestros permitió soñar con el milagro, pero a pesar del caos verdinegro Oliver no falló desde la línea de libres y evitó que ahora fueran los suyos quienes regalaran un partido ganado. En uno de los peores partidos del Obra en la temporada, solo el buen hacer de un Mejri dolorido y mermado (16+6) y un Hummel que intentó ser otra vez decisivo en el último cuarto (16+6 también) no fueron suficientes para evitar una derrota que aprieta enormemente la lucha por la octava plaza de la tabla. Obra y Unicaja, con 15 triunfos, y el sorprendente Canarias y el propio Joventut con 14, se la jugarán en las 4 jornadas que faltan.


Recibía el Obra en Sar a un Joventut en horas bajas, con Gaffney ausente desde hace semanas y Fisher a punto de seguir el mismo camino. Quizás por esa confianza en una victoria sencilla, Sar estaba muy frío y la afición remolona a la hora de llegar a sus asientos, todo agravado por los problemas para abrir los accesos a la cancha. El Obradoiro salía con los habituales (Andrés, Dewar, Pumprla, Kendall y Mejri), mientras que el Joventut salía con Oliver, Ehambe, Tomàs, Llovet y Kuzmic. Las sensaciones previas del partido parecían confirmarse de salida, con un Obradoiro anotando con facilidad ante un Joventut a remolque y sin las ideas demasiado claras. Andrés buscaba desde el principio a Mejri, y el tunecino aprovechaba bien su superioridad en la pintura ante un Kuzmic más lento. Dewar se despistaba en la marca de Ehambe, que aprovechaba a la segunda para clavar el triple, aunque el escolta devolvía la moneda también desde la distancia (11-7). Kendall anotaba tras saque de fondo y le sacaba la segunda falta seguidamente a Llovet, forzando el cambio de este por Trias. Andrés mandaba en la cancha y seguía encontrando con facilidad a un Mejri que no tenía rival en el rebote y subía las ventajas locales al +6 (17-11). El tunecino acertaba incluso en los libres, y tras una buena suspensión de Dewar era de nuevo el pivot obradoirista quien machacaba en alleyoop para el +8, después de 12 puntos sin fallo (23-15). Oliver empezaba a avisar con su segunda canasta y 2 libres de Kendall cerraban el cuarto, con todo muy tranquilo hasta el momento (25-17).

Todo seguía pareciendo apacible al inicio del segundo cuarto, con 2 triples seguidos del recién incorporado Corbacho, aunque la defensa comenzaba a flojear y a permitir puntos a los interiores visitantes, con sorprendente protagonismo en tal faceta de Jordi Trias. Daba la sensación de que el Obra podía romper el partido, pero Quezada mantenía a los suyos con vida con 5 puntos, 2 de ellos sobre la bocina de posesión, que contrarrestaban el triple de Hummel. Luz erraba una bandeja fácil mientras Ventura salía para parar a Corbacho, pero de paso aprovechaba un balón sobre el final de posesión para anotar otro triple más (34-31). Fisher no estaba fino en el tiro, aunque finalmente anotaba una buena canasta, pero el triple de Buford parecía volver a amenazar con la ruptura del partido (39-33). La respuesta verdinegra era otra vez de un acertado Quezada, con las defensas dejando jugar demasiado y con poca tensión en la cancha y la grada. Una transición muy mal defendida permitía a Kuzmic anotar la canasta con falta inocente de Buford (39-37). De neuvo el Obra daba un estirón tras una enorme canasta a aro pasado de Rafa Luz, el taponazo de Mejri a Kuzmic y la canasta de Buford tras asistencia de lado a lado de Luz (43-37). El triplazo de Suárez daba nueva vida a los suyos, aunque Hummel respondía con su típica suspensión desde 6,65 (45-40). Corbacho era tocado en su mano en su intento triple pero no se pitaba falta, y Mejri recibía una doble falta, la segunda antideportiva por un manotazo a destiempo tras haberse pitado la primera. Del posible +8 al +1 tras los 4 tiros libres anotados por el infalible Oliver. La grada despertaba con la extraña situación y el último minuto era un correcalles sin fruto por ningún lado. A pesar de la sensación de superioridad y de la escasa tensión, el Obra había encajado 27 puntos en el cuarto y la realidad era que el partido se iba al descanso muy igualado en el marcador (45-44).

Tras la vuelta del descanso de nuevo parecía que el Obradoiro comenzaba a mostrar una clara superioridad en la cancha. Con el equipo defendiendo a mejor nivel, Kendall y Mejri destrozaban la defensa visitante y Andrés dominaba el partido con claridad. La enésima asistencia del portorriqueño al alleyoop de Mejri suponía la vuelta al +7 (53-46) y la sensación una vez más de que el partido se iba a romper definitivamente. Y, de repente, el colapso... Tras un par de ataques errados para aumentar la brecha, el trabajo en el rebote de ataque de Trias le daba a Oliver la oportunidad de comenzar a castigar con un triple. El partido se atascaba, con Kendall fallando 2 tiros cómodos y despistándose en el rebote, y tras un par de minutos sin anotación era ahora Quezada el que anotaba otro triple que volvía a igualar la situación (53-52). El dominicano era el amo de la cancha en estos minutos, y el buen trabajo en el rebote y en los bloqueos de Trias hacía el resto. El cambio de Luz por Andrés empeoraba más la situación, con el brasileño alocado en la dirección, y a pesar de otro tapón de Mejri, esta vez a Tomàs, el parcial en contra seguía abierto con un nuevo triple de Quezada que ya ponía por delante a los verdinegros (53-56). Tampoco Corbacho estaba acertado en su vuelta a la cancha, mientras Quezada seguía a lo suyo, ahora desde la línea de libres. Mejri cometía su tercera falta en ataque en un bloqueo, y el cuarto se cerraba con otra dolorosa canasta verdinegra, con Trias palmeando sobre la bocina para darle a los suyos un increíble +7, con un parcial de 0-14 en 7 minutos (53-60).

Lo que había parecido tan fácil se había puesto muy cuesta arriba, y todavía más cuando Oliver anotaba sobre la bocina para cerrar el 0-16 y obtener una máxima de +9 (53-62). Una buena canasta de Hummel y un tapón de Kendall animaban a la remontada, pero el alocado Luz hacía una entrada suicida y el castigo llegaba con un triple librado de Tomàs para subir a +10 (55-65). Hummel asumía la responsabilidad de nuevo, con un triple, pero Quezada seguía destrozando a Dewar, al que sacaba su cuarta falta. El Obra regalaba rebotes ofensivos al Joventut, y tras un ataque eterno de los verdinegro el duro castigo llegaba con otro triple de Oliver tras un nuevo fallo en el paso del bloqueo de Luz. El brasileño regalaba un balón en saque de fondo y Moncho intentaba parar el caos con un tiempo muerto y devolviendo a Andrés a la cancha. Otro ataque errático de los nuestros era arreglado con una buena defensa y una buena penetración cortando la zona de Dewar, pero el enésimo jarro de agua fría llegaba con otro triplazo más de Oliver (60-71). Buford salvaba el match-ball devolviendo el triple, pero el partido ya era propiedad del calvo base verdinegro. Oliver sacaba faltas y anotaba libres para mantener las distancias. Kendall anotaba ante Kuzmic con dificultades, pero una nueva buena defensa obradoirista no era seguida con la penetración de Andrés y la posible falta no pitada de Oliver, y una vez más Oliver mantenía el +10 con una canasta inverosímil en reverso sobre la bocina desde 6 metros y medio (65-75). A falta de solo 3 minutos quedaba la épica. Andrés anotaba de 3 pero la buena defensa se quedaba en nada al no cerrar el rebote. Otra buena defensa daba esperanzas, pero el triple de Corbacho ya en los 2 últimos minutos no entraba y Oliver seguía con su recital de tiros libres sin fallo. 9 abajo a falta de 1:44... Corbacho daba ánimos con un triplazo y el Joventut regalaba un balón. Dewar tiraba una pedrada pero Hummel reboteaba y anotaba. Ehambe loqueaba y erraba un triple precipitado, y Corbacho era punteado una vez más con contacto sin ser pitado, aunque Hummel reboteaba y anotaba de libres tras recibir falta. 75-77 a falta todavía de 54 segundos. Hummel de nuevo estaba a punto de robar el balón, pero se iba fuera de la cancha y los árbitros le daban 24 segundos de posesión al Joventut. Oliver dominaba la jugada y buscaba con inteligencia a Savané para el pase a Trias bajo el aro. Dewar aún respondía con otros 2 libres a falta de 18 segundos y Quezada fallaba uno de los libres (77-80). El Joventut no permitía el intento triple y forzaba la falta a Corbacho en el bloqueo a falta de 6 segundos. El mallorquín anotaba sus libres pero el Joventut buscaba a Oliver para que recibiera la falta, y el base verdinegro no fallaba desde la línea. Con 3 abajo, los 5 segundos últimos le daban una opción al Obra, pero  Corbacho estaba rodeado y muy lejos como para soñar con el milagro. 79-82 y una derrota tan inesperada como dolorosa.

Datos a destacar

  • el partido del exceso de confianza. Frialdad y poca tensión contagiada a la grada durante demasiado tiempo, ante un rival que era ganable pero supo jugar sus bazas para primero mantenerse en la lucha y después aprovechar su momento en el tercer cuarto
  • los 27 puntos encajados en el segundo cuarto evitaron la ruptura del partido, y el colapso de 7 minutos del tercer cuarto y el parcial de 0-16 en contra lo voltearon del lado visitante. Cuando el Obra no defiende sufre mucho, y en cuanto el ataque dejó de producir el equipo se colapsó, incapaz de parar a Quezada y Oliver
  • lo extraño que fue el partido se refleja por ejemplo en que el Obradoiro ganó en valoración (86-75), tiró mejor (61-46 en porcentaje de tiros de 2, casi iguales en triples), y el rebote y las recuperaciones estuvieron igualados (27-28 y 12-12). Con tanta igualdad, la solución llegó por la inspiración individual en momentos clave y ahí le salió cara a los visitantes, con 4 canastas sobre la bocina de las que destrozan al rival
  • los detalles: Pumprla falla una bandeja hecha para el 55-46 que dejaba el partido casi roto, Kendall falla 2 tiros librados para ese +9 y Oliver y Quezada clavan triples para igualar primero e iniciar el 0-16 que destroza el partido, en un tercer cuarto terrible para los nuestros. Las similitudes con el partido de la primera vuelta (con el drama de los últimos segundos incluido) son evidentes
  • SALAH MEJRI: estaba tocado físicamente (y por su cara seria se intuye que con dolor), pero cumplió un primer cuarto imperial, con 12 puntos sin fallo. Volvió en el tercer cuarto con acierto hasta que llegó el colapso y no tuvo más oportunidades. 4 pérdidas y la tonta falta antideportiva son las cosas que tiene que ahorrarse, pero en conjunto no se le puede poner muchos peros. 16+6, con 2 tapones, para 19 de valoración
  • ANDRÉS RODRÍGUEZ: dominó al principio, pasando y buscando una y otra vez a Mejri. En el tercer cuarto todo iba de cara pero Oliver comenzó a castigar y Andrés se fue al banco al inicio del parcial de 0-16. Volvió ya con 10 abajo y teniendo que liderar la heroica, pero para entonces Oliver ya era el amo del partido y no fue frenado por el boricua. 5+2+10 para 13 de valoración
  • BEN DEWAR: tuvo problemas en defensa (de nuevo muy cargado de faltas) y estuvo irregular en el tiro (1 de 5 triples). Ayudó en el rebote pero estuvo por debajo de anteriores actuaciones. 9+4+1 para 8 de valoración
  • PAVEL PUMPRLA: con poco protagonismo en un partido en el que no encontró su sitio. Buscó un par de veces postear a Quezada pero erró sus tiros, y en defensa no tuvo el nivel de otras veces. 2+2+1+1, para 5 de valoración
  • LEVON KENDALL: flojo en defensa, sobre todo en el rebote, con algún despiste importante. En ataque tuvo un buen momento al inicio del tercer cuarto pero erró un par de situaciones que podrían haber roto el partido. En la remontada final apareció de nuevo, pero en conjunto estuvo irregular. 10+3, con 2 robos, para 13 de valoración
  • ROBBIE HUMMEL: asumió de nuevo galones en los momentos complicados, liderando la heroica remontada del final. Otra vez buenos porcentajes de tiro y poco que reprocharle. 16+6 para 16 de valoración
  • ALBERTO CORBACHO: comenzó inspirado, con 2 triples seguidos, para irse apagando según mejoraba la defensa rival. En el último cuarto tuvo que jugársela en la remontada de los últimos minutos y acabó desquiciado con los árbitros, empeñados en no pitar las claras faltas que recibe. 11+2+1 para 6 de valoración
  • WILLIAM BUFORD: inocente en defensa en ocasiones (hace algunas faltas de pardillo que claman al cielo) y desigual en ataque, a veces tímido pero con acierto en esta ocasión en el tiro de distancia (2 de 3 triples). Tuvo que jugar más minutos de los habituales para intentar cortar la sangría del 0-16, cumpliendo defensivamente en el 1x1. 8+0+0 para 2 de valoración
  • RAFA LUZ: sus buenos minutos del segundo cuarto se vinieron abajo con una desastrosa actuación en el tercero, hasta que se fue al banquillo con el equipo 10 abajo. Cuando quiere hacer cosas distintas al guion se aloca y comete errores. Oliver lo destrozó. 2+1+3, con 2 pérdidas, para 1 de valoración
  • ORIOL JUNYENT: 25 segundos en cancha para proteger a Mejri tras la tercera falta del tunecino. Cada vez con menor protagonismo en la rotación. Estadística a 0, por supuesto
El Obradoiro desperdició una oportunidad de oro en su lucha por alcanzar los playoffs de la liga ACB por primera vez en su historia. Ante un rival que llegaba muy tocado y con pocos argumentos para enfrentar a los nuestros, el equipo acusó el ambiente de euforia y de exceso de confianza que se respiró en la ciudad toda la semana. La falta de tensión evitó primero que el equipo aprovechara sus oportunidades de romper el partido pronto, y más tarde permitió agrandarse a un rival que se aferró a un Oliver estelar para sacar adelante un partido con el que quizás ni ellos mismos contaban. Cuando el Obra no defiende bien sufre mucho, y de nuevo se demostró que para ganar partidos el equipo tiene que estar a tope de tensión. Esta derrota es de las que han de escocer especialmente, porque era un partido claramente ganable. Sin embargo, la lucha es larga y el Obra sigue octavo, aunque ya sin el colchón de 1 partido que tenía con Unicaja. El Joventut no parece un rival real por esa plaza, a pesar de que numéricamente está en la lucha, y el sorprendente Canarias se ha colado increíblemente en el grupo de aspirantes a un octavo puesto que está más abierto que nunca. El partido de San Sebastián va a ser clave para llegar por delante al crucial choque con el Unicaja de dentro de 2 semanas, ante un rival que se juega a la desesperada sus últimas opciones de evitar el descenso. En Illumbe habrá que volver a las señas de identidad del equipo: defensa y solidez.

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